Representantes militares de Estados Unidos informaron que llevaron a cabo una acción con el objetivo de reforzar la seguridad de la Embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe.
La capital haitiana, Puerto Príncipe, se encuentra inmersa en una espiral de violencia generada por pandillas armadas, lo que llevó a Estados Unidos a anunciar la evacuación de parte de su personal en la embajada y reforzar la seguridad.
La ciudad enfrenta una situación humanitaria cada vez más precaria, con hospitales bajo ataque, escasez de alimentos e infraestructuras bloqueadas. El sábado se registraron nuevos enfrentamientos entre la policía y las bandas criminales.
Representantes militares estadounidenses informaron que llevaron a cabo una operación para aumentar la seguridad de la Embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe, permitiendo que continúen las operaciones y facilitando la salida del personal no esencial.
La embajada estadounidense comunicó que el aumento de la violencia de las pandillas en las proximidades de la embajada y del aeropuerto llevó al Departamento de Estado a tomar medidas para permitir la salida de personal adicional de la sede diplomática.
En este contexto, el jefe de la diplomacia estadounidense, Anthony Blinken, y el presidente de Kenia sostuvieron una conversación sobre la crisis actual. Durante la llamada, reafirmaron su compromiso con el despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad, destinada a crear las condiciones necesarias para la celebración de elecciones libres y justas en Haití.
Según la OIM, en la actualidad, hay 36,000 personas desplazadas en Haití, y más de la mitad de ellas son niños. Esta cifra ha experimentado un aumento del 15% desde principios de año.
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Las pandillas, que tienen el control sobre amplias zonas de la capital y las rutas de acceso hacia el resto del país, han estado atacando comisarías, tribunales y dos prisiones en los últimos días, resultando en la fuga de la mayoría de los 3,800 presos. Estos grupos, junto con una parte de la población, exigen la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, quien se encuentra fuera del país.
Según los informes más recientes, Henry está en Puerto Rico. Aunque su mandato debía finalizar en febrero, llegó a un acuerdo para compartir el poder con la oposición hasta la celebración de nuevas elecciones.
A pesar de la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU en octubre para una misión policial multinacional liderada por Kenia, el despliegue se ha estancado en los tribunales de Kenia. En medio de la violencia, decenas de residentes tomaron el sábado una oficina de la administración pública en Puerto Príncipe en busca de refugio.
El día previo, hombres armados atacaron el palacio presidencial y la comisaría de Puerto Príncipe, según el coordinador general del sindicato de la policía haitiana (Synapoha). En el enfrentamiento, varios atacantes resultaron muertos, según la misma fuente.
En otra nota, cinco personas secuestradas en febrero en Puerto Príncipe, incluyendo cuatro misioneros, fueron liberadas, según anunció la congregación católica a la que pertenecían, mientras pedían la liberación de otros dos religiosos que aún estaban detenidos.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ofreció su ayuda para “arreglar” la crisis de seguridad en Haití, aunque no especificó cómo. Para llevar a cabo esta misión, Bukele mencionó la necesidad de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y la cobertura de todos los gastos de la misión.