
Los buques desplegados por EU cuentan con armamento capaz de interceptar misiles, atacar aeronaves y embarcaciones, y destruir objetivos fijos
El Comando Norte de Estados Unidos desplegó dos imponentes buques destructores de misiles en aguas próximas a la frontera sur estadunidense, tienen el objetivo de “contribuir a la misión de restaurar la integridad territorial”.
El pasado 15 de marzo, el Comando Norte anunció el despliegue del USS Gravely (DDG-107), el cual operará en aguas internacionales del Golfo de México. Una semana después, desplegó el UUS Spruance (DDG-111) en los límites marítimos con México en el Océano Pacífico.
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Ambos despliegues correspondieron a una orden ejecutiva del presidente estadunidense Donald Trump hacia el Departamento de Defensa de reforzar las fronteras marítimas del sur y evitar el tráfico de drogas, la migración ilegal y el terrorismo.
EXPERIENCIA PROBADA
El Gravely y el Spruance cuentan con experiencia combatiendo criminales en otros mares para disuadir escaladas regionales y degradar las capacidades de grupos considerados terroristas por EU.
El Spruance proporcionó defensa a las fuerzas estadunidenses y garantizó el tránsito seguro de embarcaciones comerciales y de naciones aliadas a través de vías marítimas internacionales estratégicas, como el Mar Rojo, el estrecho de Bab el-Mandeb y el Golfo de Adén.
El año pasado, el Spruance estuvo cinco meses en el Mar Rojo combatiendo a los rebeldes hutíes de Yemen; interceptó seis misiles disparados hacia el buque y siete drones armados, según la Marina.
Antes, entre 2016 y 2018, estuvo desplegado en el Mar de China Meridional en apoyo de la seguridad y estabilidad marítima en la región Indo-Asia-Pacífico como parte del Grupo de Acción de Superficie del Pacífico.
El Gravely estuvo desplegado en el Mar Mediterráneo, en 2013, en apoyo de seguridad a las operaciones de una flota estadunidense. En 2016, formó parte del Grupo de Ataque del Portaaviones Harry S. Truman en el Golfo de Omán.

ARMAMENTO TEMIBLE
Los destructores son buques multipropósito, útiles en prácticamente cualquier tipo de operación naval. Son buques rápidos con armamento variado, pero con poco o ningún blindaje, por lo que dependen de su velocidad y movilidad.
Su misión principal es operar ofensiva y defensivamente contra submarinos y buques, así como contra ataques aéreos. También proporcionan apoyo de fuego en asaltos anfibios y realizan misiones de patrulla, búsqueda y rescate.
Cuentan con lanzadores verticales para casi 100 misiles estándar o Tomahawk. El misil estándar incorpora guía de trayectoria, lo que permite programarlo únicamente para búsqueda por radar.
Mientras que los Harpoon son misiles guiados con GPS. Su trayectoria de crucero a baja altura, rozando el mar, los hace difíciles de detectar por radar y les garantiza alta supervivencia y efectividad.
El Tomahawk es el predilecto para objetivos fijos no blindados por su precisión milimétrica gracias a su radar Tercom con referencia cartográfica. Este tipo de misil usó EU el pasado 14 de marzo para atacar a hutíes en Yemen.

LA RUTA DE LA DROGA
La droga producida en Sudamérica, Centroamérica y México, viaja por tierra, aire y también por mar. Los cárteles del narcotráfico han sofisticado sus métodos de transportación y cuentan con embarcaciones, submarinos y semisumergibles fabricados artesanalmente para no ser detectados por radares.
Narcotraficantes ecuatorianos, colombianos, centroamericanos y mexicanos han utilizado una ruta marítima en el Océano Pacífico que pasa por las Islas Galápagos (a la altura de la línea del Ecuador) y la Isla Clipperton, luego por las costas del Occidente de México, hasta llegar a EU.
Tan sólo en los primeros cinco meses de la administración de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, la Semar decomisó 26.5 toneladas de cocaína y arrestó a 150 presuntos narcotraficantes.