La pareja era amante de las prácticas eróticas BDSM (bondage, disciplina, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo) que, según los investigadores llevaron al hombre a la muerte
El caso de un hombre asesinado en Oriol, una ciudad ubicada 360 km al sudoeste de Moscú, destapó una trama sádica que conmueve a los rusos. Todo comenzó el domingo pasado cuando los medios informaron que un soldado de 24 años apareció descuartizado en la casa de su novia.
Un día más tarde, la culpable confesó ante la policía. Anastasia Onegina, una estudiante de 21 años admitió que asfixió a su novio, Dmitry Sinkevich, durante una práctica sexual sadomasoquista antes de desmembrar su cadáver con un cuchillo de cocina.
La pareja era amante de las prácticas eróticas BDSM (bondage, disciplina, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo) que, según los investigadores llevaron al hombre a la muerte.
El crimen se descubrió cuando la mujer recibió una llamada telefónica de Ksenia, su hermana, quien le preguntó que estaba haciendo. “Estoy descuartizando a mi novio”, respondió. Ésta dio aviso a la Policía local que, al arribar, descubrió la evidencia de un crimen con alto grado de perversión.
Anastasia decapitó a Dmitry, le quitó varios dedos de las manos y los pies, extirpó sus genitales para guardarlos en una heladera y, finalmente, lo destripó. La mujer arrojó algunos trozos de cuerpo afuera de la casa y otros los guardó en el freezer. Asimismo utilizó ganchos de carnicero para colgar tripas en la casa.
Durante la investigación se conoció que la mujer ya había estado casada y, poco después de la boda, su esposo murió en circunstancias sospechosas. Luego estuvo internada durante un año y medio en un hospital psiquiátrico.
Los investigadores encontraron que la última foto de la pareja fue publicada en Facebook el domingo 11 de febrero a las 7:50 am, cuando salieron a pasear a su perro. Luego ocurrió el homicidio. Ambos eran adherentes de un grupo satanista y publicaban regularmente fotografías vinculadas con el diablo.
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