Los océanos son vitales para el desarrollo humano, lamentablemente su fauna y flora están siendo amenazadas por diversos factores
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) decretó en 2013 el Día Mundial de la Vida Silvestre, con el fin de concientizar y sensibilizar a la población del problema que enfrenta la flora y fauna en su estado natural.
El objetivo de los Días Mundiales, es que los gobiernos y estados implementen medidas que ayuden a mejorar una situación crítica.
El Día Mundial de la Vida Silvestre nos da la oportunidad de celebrar la belleza y la variedad de la flora y la fauna salvajes, así como de crear conciencia acerca de la multitud de beneficios que la conservación de estas formas de vida tiene para la humanidad.
“En este Día Mundial de la Vida Silvestre, promovamos la concienciación sobre la extraordinaria diversidad de la vida marina y la importancia crucial de las especies marinas para el desarrollo sostenible. De esta manera, podremos asegurar esos servicios para las generaciones futuras”, mencionó António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas.
La celebración de este día también nos recuerda la necesidad urgente de combatir los delitos contra el medio ambiente y la disminución de especies causada por la actividad humana, que acarrean consecuencias negativas de gran alcance en el ámbito económico, medioambiental y social.
La naturaleza es algo hermoso y rodeado de misterio, solemos admirarla en documentales, fotografías, revistas, pero lamentablemente cuando estamos cara a cara con ella no siempre la respetamos. Ya sea por miedo o desconocimiento, la realidad es que la invadimos y maltratamos a sus miembros.
El Planeta es muy diverso, posee diferentes ecosistemas y en cada uno de ellos la vida que los habita está amenazada de alguna manera. Por esta razón la ONU ha decidido que cada año este día se dedicará a cierta forma de vida, este año le toco al la vida subacuática
¿Qué es la vida silvestre?
La vida silvestre se refiera a los animales que no han sido domesticados, pero el término no es restrictivo a la fauna, también incluye a todas las especies de plantas y organismos que crecen y se desarrollan en un área natural, sin la interferencia de los seres humanos.
En todos los ecosistemas se encuentra vida silvestre.
Los animales salvajes y las plantas silvestres, además de su valor intrínseco, contribuyen a los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos del bienestar humano y el desarrollo sostenible.
Vida subacuática: para las personas y el planeta
Cada una de las especies existentes es vital para el correcto funcionamiento del planeta, su extinción afecta el equilibrio natural y altera a todo el ecosistema.
Los océanos del mundo —su temperatura, química, corrientes y vida— mueven sistemas que hacen que la Tierra sea habitable para la humanidad. Nuestras precipitaciones, el agua potable, el clima, el tiempo, las costas, gran parte de nuestros alimentos e incluso el oxígeno del aire que respiramos provienen, en última instancia del mar y son regulados por este. Históricamente, los océanos y los mares han sido cauces vitales del comercio y el transporte.
La ONU creo objetivos para el Desarrollo Sostenible, la campaña de este 2019, “Vida subacuática: para las personas y el planeta”, se alinea al objetivo número 14.
El océano contiene casi 200.000 especies identificadas, pero en realidad existen millones de especies. Más de tres mil millones de personas dependen de la diversidad biológica marina y costera para su sustento. La fauna marina ha sido el medio de vida para la civilización y el desarrollo durante milenios, nos ha suministrado alimentos y materiales para la artesanía y la construcción, además de enriquecer nuestras vidas desde un punto de vista cultural, espiritual y de ocio.
La capacidad de la vida marina para seguir proporcionando a la humanidad todo esto se complica cada vez más, ya que nuestros océanos y las especies que viven en ellos se están viendo amenazados por diversos peligros. Entre otros, la sobreexplotación, especialmente, la pesca no sostenible y otras prácticas de extracción de especies marinas, pero también otras grandes amenazas como los efectos del cambio climático, la contaminación marina y la destrucción del hábitat. Esto tiene un fuerte impacto no solo bajo el mar, sino en las vidas y el sustento de quienes dependen de los servicios de los ecosistemas marinos, en particular de mujeres y hombres en las comunidades costeras.
Especies amenazadas
Las principales amenazas que afectan a la biodiversidad marina están íntimamente relacionadas con el hombre y las actividades que desarrolla. Las cinco causas principales que provocan la pérdida de biodiversidad marina son:
- Pérdida, fragmentación o cambio del hábitat
- Sobreexplotación
- Contaminación
- Introducción de especies invasoras
- Cambio climático
Dentro de las especies acuáticas que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) tiene en su lista roja se encuentra:
Tortugas marinas
Seis especies de tortugas están en focos rojos, entre ellas la Carey, Caguama, Verde y Laud (la más grande de todas).
Tiburones
Diez especies de tiburones se encuentran amenazadas, recordemos que el tiburón se encarga de controlar la explosión demográfica de los océanos.
Ballenas y marsopas
Estos mamíferos marinos están el pelígro crítico de extinción, desde la gran ballena azul, hasta la pequeña vaquita marina.
Delfines
Las criaturas más adorables de los océanos podrían dejar el planeta. Se han reportado casos de muertes masivas de los mismos.
Arrecife de coral
El 80 % de los arrecifes de coral están amenazados, por ende las especies que habitan en ellos también.
Metas del Objetivo 14
14.1 De aquí a 2025, prevenir y reducir significativamente la contaminación marina de todo tipo, en particular la producida por actividades realizadas en tierra, incluidos los detritos marinos y la polución por nutrientes
14.2 De aquí a 2020, gestionar y proteger sosteniblemente los ecosistemas marinos y costeros para evitar efectos adversos importantes, incluso fortaleciendo su resiliencia, y adoptar medidas para restaurarlos a fin de restablecer la salud y la productividad de los océanos
14.3 Minimizar y abordar los efectos de la acidificación de los océanos, incluso mediante una mayor cooperación científica a todos los niveles
14.4 De aquí a 2020, reglamentar eficazmente la explotación pesquera y poner fin a la pesca excesiva, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y las prácticas pesqueras destructivas, y aplicar planes de gestión con fundamento científico a fin de restablecer las poblaciones de peces en el plazo más breve posible, al menos alcanzando niveles que puedan producir el máximo rendimiento sostenible de acuerdo con sus características biológicas
14.5 De aquí a 2020, conservar al menos el 10% de las zonas costeras y marinas, de conformidad con las leyes nacionales y el derecho internacional y sobre la base de la mejor información científica disponible
14.6 De aquí a 2020, prohibir ciertas formas de subvenciones a la pesca que contribuyen a la sobrecapacidad y la pesca excesiva, eliminar las subvenciones que contribuyen a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada y abstenerse de introducir nuevas subvenciones de esa índole, reconociendo que la negociación sobre las subvenciones a la pesca en el marco de la Organización Mundial del Comercio debe incluir un trato especial y diferenciado, apropiado y efectivo para los países en desarrollo y los países menos adelantados
14.7 De aquí a 2030, aumentar los beneficios económicos que los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados obtienen del uso sostenible de los recursos marinos, en particular mediante la gestión sostenible de la pesca, la acuicultura y el turismo
14.a Aumentar los conocimientos científicos, desarrollar la capacidad de investigación y transferir tecnología marina, teniendo en cuenta los Criterios y Directrices para la Transferencia de Tecnología Marina de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental, a fin de mejorar la salud de los océanos y potenciar la contribución de la biodiversidad marina al desarrollo de los países en desarrollo, en particular los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados
14.b Facilitar el acceso de los pescadores artesanales a los recursos marinos y los mercados
14.c Mejorar la conservación y el uso sostenible de los océanos y sus recursos aplicando el derecho internacional reflejado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, que constituye el marco jurídico para la conservación y la utilización sostenible de los océanos y sus recursos, como se recuerda en el párrafo 158 del documento “El futuro que queremos”
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