El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha considerado que numerosos puntos del documento son contrarios a las políticas de migración internas.
La representante estadunidense ante las Naciones Unidas, Nikki Haley, anunció este domingo que su país ha decidido retirarse del Pacto Mundial de la ONU sobre protección de migrantes y refugiados por considerar que la política migratoria del país debe estar en manos “sólo” de los estadounidenses.
A través de su cuenta de Twitter, Haley señaló que “Estados Unidos está orgulloso de su herencia migratoria y de nuestro duradero liderazgo moral al dar apoyo a los migrantes y a los refugiados en todo el mundo… Pero nuestras decisiones en política migratoria deben ser tomadas siempre por estadounidenses y sólo por estadounidenses”.
La Declaración de Nueva York sobre migración fue firmada en 2016 durante el mandato del expresidente Barack Obama; sin embargo, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el gobierno ha considerado que “numerosos puntos” de este documento “son contrarios” a las políticas sobre migración y refugiados, como sostiene la misión estadounidense ante la ONU en un comunicado.
El control fronterizo ha estado marcado en rojo en la agenda del actual presidente desde la campaña electoral y desde que ocupa la Casa Blanca ha intentado hasta en tres ocasiones implementar un veto migratorio, cuya primera versión fue proclamada el 27 de enero.
Después de un gran caos en los aeropuertos y numerosos reveses judiciales, Trump proclamó en marzo su segunda iniciativa contra refugiados y países de mayoría musulmana, que entró en vigor en marzo y que fue sustituida por un tercer veto, proclamado en septiembre y que restringe el ingreso de ciudadanos de Corea del Norte y de funcionarios de Venezuela.
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