Los rusos expulsados tendrán siete días para abandonar los Estados Unidos, además de que Moscú debe de cerrar su consulado instalado en Seattle.
Estados Unidos ordenó este lunes la expulsión de 60 diplomáticos rusos acusados de espionaje en represalia por el intento de asesinato con gas nervioso del espía Serguéi Skripal en suelo de su aliado, Reino Unido, quien acusa del ataque a Moscú.
Los altos funcionarios de la administración Trump afirman que los rusos expulsados incluyen a 12 espías que el gobierno americano cree que están trabajando bajo cubierta diplomática en la misión de Rusia ante las Naciones Unidas; así como a 48 miembros de la embajada en Washington y otras legaciones.
Miembros de la dependencia de seguridad nacional también manifestaron su preocupación por el consulado ruso en Seattle debido a su proximidad con una base naval de los Estados Unidos, por lo que también se ha pedido su cierre a Moscú.
Otros Gobiernos europeos, así como Canadá, anunciaron expulsiones este lunes prácticamente al mismo tiempo. Se trata de una acción coordinada de países aliados contra Rusia, en un momento de gran tensión con el país gobernado por Vladímir Putin, acusado del ataque en Reino Unido y también de múltiples injerencias en Europa y Estados Unidos con el ánimo de dinamitar la confianza en las instituciones.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, señaló que los diplomáticos expulsados “se implicaron en actividades de espionaje que son adversas para nuestra seguridad nacional”.
“La decisión del presidente muestra que las acciones de Rusia tienen consecuencias”, dijo Haley. “Más allá de ejercer una conducta desestabilizadora por todo el mundo, de ser cómplice de las atrocidades en Siria y de las acciones ilegales en Ucrania”, dice, “han utilizado armas químicas en las fronteras de uno de nuestros más próximos aliados”, añadió.
Los rusos expulsados tendrán siete días para abandonar los Estados Unidos.
La primer ministra británica, Theresa May, culpó abiertamente a Rusia por intentar asesinar al exespía Sergei Skripal y a su hija con una neurotoxina de uso militar.
El Reino Unido decidió expulsar a 23 diplomáticos rusos después del ataque con agentes neurotóxicos contra el exespía ruso, la expulsión más grande desde la Guerra Fría.
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