Las diferencias se dan luego de que el Gobierno mexicano emitiera un decreto para frenar la importación y uso de maíz transgénico de forma progresiva hasta 2024
Funcionarios estadounidenses expresaron “graves preocupaciones” sobre las políticas de biotecnología agrícola de México en reuniones con sus homólogos mexicanos el lunes, dijo la oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai.
“Dejamos en claro hoy que, si este problema no se resuelve, consideraremos todas las opciones, incluida la adopción de medidas formales para hacer cumplir nuestros derechos en virtud del Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá“, dijo la oficina de la representante en un comunicado.
Funcionarios de agricultura y comercio estadounidenses viajaron a México para discutir el enfoque del gobierno en torno a los productos biotecnológicos agrícolas, que incluyen al maíz transgénico.
“En nuestras reuniones de hoy volvimos a enfatizar las preocupaciones expresadas anteriormente por el secretario Vilsack y la embajadora Tai. Agradecemos el tiempo y la dedicación de nuestros homólogos mexicanos para tratar de encontrar una solución”, agregaron.
En el desplegado, las autoridades de Estados Unidos apreciaron el compromiso de los funcionarios ambos países, además de las modificaciones al decreto presidencial en 2022, pero consideraron que esto no es suficiente.
“La propuesta de México, que no está basado en la ciencia, aún amenaza con interrumpir miles de millones de dólares en el comercio agrícola bilateral, causar un daño económico grave a los agricultores estadounidenses y ganaderos mexicanos, y reprimir importantes innovaciones necesarias para ayudar a los productores a responder a los desafíos climáticos y de seguridad alimentaria apremiantes”, señalaron.
Además, aprovecharon para agradecer “el compromiso activo” de los funcionarios mexicanos luego del viaje del secretario de Agricultura de EE. UU., Tom Vilsack, a México en noviembre, y las modificaciones propuestas al decreto presidencial compartidas por México a fines de 2022.
Sin embargo, los funcionarios estadounidenses sostuvieron que “estos cambios no son suficientes y la propuesta de México, con un enfoque que no está basado en la ciencia, todavía amenaza con interrumpir miles de millones de dólares en el comercio agrícola bilateral, causar un daño económico grave a los agricultores estadounidenses y ganaderos mexicanos”.
Asimismo, advirtieron que esta medida podría “sofocar las innovaciones importantes necesarias para ayudar a los productores a responder a los desafíos climáticos y de seguridad alimentaria apremiantes”.
En este sentido, subrayaron “la importancia de resolver este problema”, al tiempo que transmitieron su “compromiso continuo de fortalecer nuestra relación económica y comercial con México”.
Los países vecinos han tenido diferencias por un decreto mexicano, emitido en 2020, que apuntaba a eliminar las importaciones de maíz genéticamente modificado y el herbicida glifosato para 2024.
México decidió posponer su prohibición de compras de maíz genéticamente modificado (GM) de Estados Unidos hasta 2025, en una decisión que Washington consideró como satisfactoria, dijo el mes pasado el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos.
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