El grupo Estado Islámico se declaró responsable del ataque a un autobús que transportaba a cristianos coptos a un monasterio al sur de El Cairo, y que dejó 29 muertos y 13 heridos.
En un comunicado, cuya autoría no pudo ser comprobada, y difundido a través de Telegram, el EI aseguró que “soldados del Califato” cometieron el atentado en el que más de 31 “cruzados”, en referencia a los cristianos, perdieron la vida.
La organización yihadista refirió en la nota que un grupo de hombres tendieron una “emboscada” a los cristianos mientras se dirigían al monasterio de San Samuel, en el oeste de Minia.
Según los últimos datos de la Fiscalía egipcia, que cita a testigos y heridos del ataque, dos coches, en el que había seis hombres enmascarados, pararon delante del autobús para bloquearle el paso.
Dos de los del grupo subieron al vehículo, que transportaba a los cristianos coptos, y les robaron todos los bienes mientras le amenazaban con armas de fuego.
Después de esto, según la Fiscalía, comenzaron a dispararles dentro del vehículo, una versión que difiere de la ofrecida ayer por el Ministerio del Interior, en el que aseguró que los terroristas dispararon aleatoriamente desde sus coches, y no en el interior del autobús.