La conmemoración oficial de la llegada de los Magos, denominada Epifanía o día de Reyes, es una de las festividades cristianas más antiguas.
Este 6 de enero celebramos en México la llegada de los Reyes Magos. Estos tres personajes han formado parte de la historia de nuestro país y sin duda se han convertido en una tradición.
Desde niños los conocemos debido a los regalos que se obsequian con motivo de la celebración que estelarizan. Sin embargo, aparte de reconocer que son unos ‘reyes magos’ que llevaron regalos al Niño Dios, según la tradición judeocristiana, resulta extraño conocer completamente su historia.
Muchos cuentos navideños mencionan a los tres reyes que siguen una estrella para adorar al niño Jesús en Belén. No obstante, en la Biblia, no los denominan reyes ni se especifica cuántos son, sino que solo se dice que son “sabios de Oriente”.
En muchas cortes de Oriente, entre ellas las de la antigua Persia y la antigua Babilonia, los astrólogos solían hacer las veces de asesores sacerdotales, expertos en el arte de la magia. En los siglos transcurridos desde entonces, los tres magos han sido interpretados como reyes.
Según el Evangelio de Mateo, una brillante estrella guió a los magos desde Oriente hasta detenerse «sobre el lugar donde se encontraba el niño» y «al entrar a la casa, vieron al niño con María, su madre» (Mateo 1:24).
Los magos se arrodillaron ante el niño Jesús y «le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra». Es posible que sus regalos sean una alusión a la visión de Isaías de las naciones que rendían tributo a Jerusalén: «Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová» (Mateo 2:11, Isaías 60:6).
El rey Herodes había oído rumores del nacimiento de un nuevo «rey» y, celoso, buscó al bebé. En el Evangelio de Mateo, los tres magos se detuvieron en el palacio de Herodes de camino a Belén y el rey les pidió que le hicieran saber dónde estaba este niño recién nacido, para «poder ir a adorarlo».
Pero, en un sueño, se advirtió a los Reyes Magos de que no regresaran con Herodes, de forma que «se volvieron a su tierra por otro camino» y nunca se volvió a hablar de ellos (Mateo 2:12).
El avance de los años
Las narraciones posteriores de la historia identificaron los nombres de los magos, así como sus tierras de origen: Melchor de Persia, Gaspar (también llamado Caspar y Jaspar) de la India y Baltasar de Arabia.
Sus presentes también tenían significados simbólicos especiales: el oro representaba la condición de Jesús de «rey de los judíos»; el incienso, la divinidad del niño y su identidad como Hijo de Dios; y la mirra se refería a la mortalidad de Jesús.
Las representaciones populares de la Navidad parecen comprimir la historia de la Natividad para hacer que parezca que los tres Reyes Magos se presentaron en Belén en Navidad, pero las celebraciones tradicionales sitúan su visita 12 días después de Navidad.
La conmemoración oficial de la llegada de los Magos, denominada Epifanía o día de Reyes, es una de las festividades cristianas más antiguas.
Los católicos romanos celebran la Epifanía el 6 de enero, mientras que las fes cristianas ortodoxas la celebran el 19 de enero.
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CAB