El descubrimiento de la tumba del faraón más famoso de Egipto, ha estado rodeada de misteriosas muertes, esto es lo que se sabe
Uno de los faraones más famosos de todos los tiempos es sin duda Tutankamón. Su reinado duró poco tiempo debido a su temprana muerte, pero el misterio y las leyendas le rodean debido a su famosa maldición.
Tutankamón fue un faraón de Egipto que nació en el año 1341 a.C. (aprox). No se sabe a ciencia cierta quiénes fueron sus padres.
Al morir el faraón egipcio Akenatón y no haber dejado hijos varones, le sucedieron en el trono sus yernos Semenkera y Tutankamón. Este último tenía apenas 12 años cuando accedió al trono en el año 1332 a.C. Contrajo matrimonio con una de sus hermanas, Anjesenpaatón.
Falleció a los 18 años siendo sustituido en el trono por un alto funcionario. Según las antiguas costumbres, fue enterrado junto con sus más preciados tesoros y gran cantidad de comida para su paso a la otra vida.
No se saben con certeza las verdaderas causas de su muerte. Se cree que murió a causa de un motín en palacio, pero también pudo ser por una herida infectada o por una enfermedad, como la malaria.
El 3 de enero de 1924, el arqueólogo británico Howard Carter, que había estado excavando la cámara funeraria de Tutankamón durante casi dos años, descubrió el tesoro más grande: un sarcófago de piedra que contenía el ataúd de oro sólido con los restos del niño-rey. Todos sus enseres estaban intactos, lo que demostraba que no había sido saqueada.
La leyenda sobre su maldición viene del hecho de que muchas de las personas que entraron en la tumba cuando fue descubierta murieron poco tiempo después.
Pocas semanas después de abrir la tumba del faraón, Lord Carnarvon, que había costeado las excavaciones de Carter viajó a Egipto, sin embargo su estado de salud era muy frágil. Murió en El Cairo mes y medio después de entrar en la tumba a consecuencia de una infección provocada por la picadura de un mosquito.
Tras el fallecimiento de Carnarvon, los periódicos comenzaron a atribuir a la maldición de la momia toda muerte de alguien relacionado con la tumba. Para 1935 ya sumaban 21 y varios recopiladores de sucesos las elevaban hasta 30. Algunos autores, entre ellos Arthur Conan Doyle, apuntaron la posibilidad de que los fallecimientos se debieran a la presencia en la tumba de un hongo mortal que afectó a los primeros en entrar en ella.
La explicación, sin embargo, es mucho más simple, aunque tardó en llegar 80 años. La dio en diciembre de 2002 el epidemiólogo Mark R. Nelson, de la Universidad Monash de Australia.
Nelson centró su estudio en los 25 occidentales que, de los 44 citados por Carter en sus diarios, entraron en la tumba y examinaron la momia. Concluyó que esos 25 infortunados murieron a una edad media de 70 años.
“La exposición (a la maldición) no tuvo efectos en la supervivencia”, sentenció. La maldición del faraón nunca había existido, las muertes fueron a causas de la edad.
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