También un tribunal italiano permitió que el barco entre a su territorio
A casi dos semanas de estar a la deriva y con enfermos a bordo, los migrantes del barco Open Arms comienzan a ver un halo de esperanza.
España da un nuevo giro en sus criterios de acogida de migrantes para atajar la crisis del Open Arms. El Gobierno está dispuesto a asumir una parte de los extranjeros atrapados desde hace 14 días en el barco de la ONG catalana cuando prospere el esquema europeo que lleva fraguándose desde principios de semana.
Bajo el argumento de que las costas españolas ya afrontan suficiente presión con las llegadas desde Marruecos, España se mostraba reticente a recibir a los migrantes, pero la situación que se vive en el barco logró el cambio de opinión.
Pedro Sánchez, presidente español, ha accedido a participar en el modelo de reparto coordinado por la Comisión Europea para propiciar una solución inmediata al barco, en el que permanecen 147 migrantes provenientes de Libia, que fueron rescatados cuando naufragaban en alta mar.
Al menos 10 países participarán en el reparto, sin precisar el número de migrantes que recibirá cada país, se cree que España alojará a un 10 %.
Francia y Alemania han admitido estar en contacto con las instituciones comunitarias para solventar esta crisis. Ambos Estados acogerán también a una parte de los náufragos.
Por su parte Italia hace lo propio, un tribunal levantó este miércoles la prohibición de entrada en aguas territoriales italianas impuesta al Open Arms para “permitir el socorro de las personas a bordo”.
El tribunal argumenta que el peligro en el que se hallan las 147 personas que quedan en cubierta exige una respuesta sin demora. Se trata de una medida cautelar adoptada por el Tribunal Administrativo Regional del Lazio que justifica su decisión en “la situación de gravedad y urgencia excepcionales” que se vive en el barco.
El escrito defiende la necesidad de “proporcionar asistencia inmediata a las personas rescatadas más necesitadas”, pero no supone un permiso explícito para entrar en puerto. Tras recibir esa noticia, a primera hora de la tarde de este miércoles, la embarcación de la ONG Proactiva Open Arms puso rumbo a la isla italiana de Lampedusa.
Al mismo tiempo que emprendía la marcha, la ONG solicitaba al Centro de Coordinación Marítima de Roma —y al de Malta— el desembarco urgente de todos los rescatados por razones médicas, sobre todo por el estado psicológico de los migrantes.
El ministro italiano Matteo Salvini, mantiene su postura e insistió este miércoles en su negativa a aceptar el buque. “No seré nunca cómplice de traficantes de personas”, aseveró.
Hace cuatro días el Open Arms rescató a 39 migrantes más que naufragaron en el Mediterráneo.
En cuanto a los casos de enfermedad que se han dado a bordo del barco, varios enfermos han sido desembarcados y recibidos en diferentes países, hoy un bebé junto con su familia fueron llevados a Lampedusa.
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