La esclerosis múltiple es a grandes rasgos un corto circuito interno, una enfermedad crónico degenerativa del sistema nervioso
Hablar, caminar o escribir, tres actividades que seguramente ya ni nos damos cuenta cuando las llevamos a cabo. Se han vuelto parte de nosotros y quizá por eso desestimamos su importancia.
Tres actividades que si las podemos hacer todos los días nos coloca dentro de un selecto grupo de afortunados en este mundo.
El último miércoles de mayo o el 30 del mismo mes se conmemora el Día de la Esclerosis Múltiple. La precisión en la fecha es lo de menos.
Lo importante es crear conciencia ante este padecimiento que afecta en su mayoría a personas de entre 20 y 40 años, principalmente mujeres y que se le conoce también como la enfermedad de las mil caras, pues los síntomas llegan a ser diferentes en cada paciente.
Entre los más comunes están la dificultades para llevar a cabo algunos movimientos, dolores, fatiga, alteraciones en la vista, problemas de coordinación, pensamiento y memoria, pérdida del equilibrio y entumecimiento o picazón en ciertas partes del cuerpo.
Pero ojo, esta es la generalidad sintomática, sólo un médico podrá determinar con base en estudios si se padece la enfermedad.
Aquí lo importante es crear conciencia de este mal y no tomarlo a la ligera, ya que se encuentra entre las primeras causas de discapacidad en los jóvenes, después de los accidentes de tráfico, con la salvedad de que un diagnóstico a tiempo puede retrasar a la enfermedad, poder manejar los síntomas e incluso con la medicación adecuada llevar una vida lo más normal posible. Aquí todo radica en la prevención.
Pero ¿qué es la esclerosis múltiple? A grandes rasgos se trata de un corto circuito interno. Una enfermedad crónico degenerativa del sistema nervioso que afecta al cerebro y a la médula espinal. Provoca deterioro neurológico y discapacidad física.
Ataca a la mielina, sustancia que envuelve a las fibras nerviosas y neuronas, dejándole cicatrices llamadas esclerosis, las cuales al inflamarse interrumpen los impulsos eléctricos entre neuronas haciendo más lentos o bloqueando los mensajes entre el cerebro y el cuerpo.
¿Qué la provoca? Aun no se sabe. Se cree que quizá se deba a un componente genético o factores ambientales. El caso es que se trata de una enfermedad auto inmune en donde el cuerpo se ataca a si mismo.
Y al menos por el momento no hay cura para ello, pero si tratamientos si hay un diagnóstico a tiempo.
Hablar, caminar o escribir, la cotidianidad para unos y la proeza de otros. Así como una razón importante para vigilar nuestra salud y no dejar para mañana lo que nos pueda empezar a afectar desde hoy.
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