
El enfrentamiento verbal entre el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, y el senador priista Alejandro Moreno, aumenta de intensidad con acusaciones mutuas.
El intercambio de palabras entre Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, y Alejandro Moreno, conocido como “Alito” y líder del PRI, se ha intensificado en los últimos días. En una conferencia de prensa, Fernández Noroña se mostró seguro de que “no acabará en un manicomio” como lo sugirió su contraparte, pero sí expresó con firmeza que “él acabará en la cárcel”, refiriéndose a Moreno. Este comentario fue una respuesta a las fuertes críticas previas del priista, quien, al referirse a Noroña, lo calificó de “patán” y “un gran pendejo”, utilizando un lenguaje coloquial y contundente.
Este enfrentamiento comenzó cuando ambos senadores intercambiaron acusaciones sobre los intereses y comportamientos políticos de cada uno. Fernández Noroña, conocido por su postura radical y polémica, declaró que las acusaciones de Moreno carecían de fundamento, e insistió en que el PRI estaba comprometido con prácticas corruptas. En un tono igualmente desafiante, Moreno acusó a Noroña de intentar amedrentar a la oposición, asegurando que no lograrían que se callara.
Las tensiones entre ambos líderes políticos no son nuevas, pero en esta ocasión, los ataques llegaron a un punto álgido. Noroña reiteró que existen denuncias en su contra por un presunto enriquecimiento ilícito, algo que ha sido tema de controversia en ocasiones anteriores. Según el presidente del Senado, el PRIista no ha podido justificar su patrimonio, lo que, en su opinión, llevará a Moreno a enfrentar serias consecuencias legales.
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Por su parte, Alito Moreno utilizó un lenguaje aún más directo y fuerte al referirse a Noroña como un “payaso ridículo”. Argumentó que las formas de hacer política de su oponente no tienen cabida en un Senado respetable y que este tipo de confrontaciones no contribuirán al bienestar del país. Aunque su lenguaje ha sido severo, el priista subrayó que la prioridad debe ser respetar a México y actuar con responsabilidad, algo que, según él, Noroña no está haciendo.
El cruce de declaraciones ha llamado la atención de varios sectores de la política mexicana, quienes observan con preocupación cómo estos enfrentamientos entre figuras clave del Senado podrían afectar el clima político en el país. El futuro de estas tensiones dependerá de cómo ambos líderes manejen sus diferencias en los próximos días, mientras las acusaciones continúan arrojándose de un lado a otro.