Las armas no son juguete, no disparen al aire para advertir o tratar de espantar a los ladrones, ni mucho menos para demostrar que es usted muy valiente
Decían los abuelos que las armas las cargaba el diablo. Un pensamiento nada alejado de la realidad si tomamos en cuenta el nivel de violencia que tenemos hoy en día y el porcentaje de armas de fuego involucradas en estos actos.
El New York Times señala que según registros de la Agencia Federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos entre 2011 y 2016, al menos 106 mil armas fabricadas en Estados Unidos estuvieron vinculadas con actividades delictivas en México. Asombrosamente, de esta cifra 74 mil 200 de ellas fueron compradas de forma legal.
¿Es un delito tener armas en casa? No, de hecho es un derecho que tiene todo ciudadano mexicano. El artículo 15 en el Capítulo II de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos señala que en el domicilio se podrá poseer armas para la seguridad y defensa legítima de sus moradores. Pero que su posesión impone el deber de manifestarlas a la Secretaria de la Defensa Nacional para su registro.
Sin embargo, cuantos de estos propietarios realmente se han tomado el tiempo de reflexionar y sobre todo capacitarse para saber lo que implica tener un arma en casa.
Los riesgos que esto representa y sobre todo lo que jamás debes hacer con ellas en ninguna circunstancia, pues bala que sale de un arma le cambia la vida a alguien.
Empecemos por lo básico. Cuando llega un arma de fuego al hogar todos los miembros de la familia deben conocer los pros y contras que esto representa. Jamás despierte la curiosidad de los niños al respecto y nunca las deje a su alcance.
Explique con base en la edad de cada integrante el peligro que representa usar incorrectamente un arma y si es posible, guárdela bajo llave.
Sabemos que los niveles de inseguridad lo pueden llevar a sentirse más seguro con una pistola en casa, pero tome en cuenta los riesgos que va a adoptar al momento de tenerla en su domicilio. Sin contar claro que si un delincuente entra a su hogar, este no dudará en lastimarlos, por lo que usted deberá estar capacitado para hacer lo mismo, pero sin poner en riesgo a su familia con una bala perdida.
Y no está por de más decirles que no son juguete. No dispare al aire para advertir o tratar de espantar a los ladrones, ni mucho menos para demostrar que es usted muy valiente o muy estúpido mientras está en una reunión o bajo los influjos del alcohol.
Ojalá desista de tener un arma en casa, pero si la tiene sea responsable, pues entre malos y buenos ya estamos cansados de que sigan lloviendo balas que le cambien la vida a los niños, sólo porque a alguien se le hizo fácil tirar.
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