Se tiene contemplado que para este jueves llevarán los cuerpos vía aérea a su país de origen, con ellos también va la madre de la menor
Los cuerpos del migrante salvadoreño Óscar Alberto Martínez Ramírez y su hija Valeria Martínez, de un 1 año y 11 meses de edad, quienes se ahogaron en el Río Bravo, al intentar cruzar la frontera, se entregaron a sus familiares para que los trasladan a su tierra natal y darles sepultura.
El delegado del Instituto Tamaulipeco del Migrantes, Enrique Maciel dijo que la voluntad de Tania Vanessa Ávalos es trasladarse a El Salvador junto, con los restos de su esposo e hija. Los cadáveres se llevaron al anfiteatro de Matamoros a una funeraria local de ahí se trasladarán a Monterrey, Nuevo León.
Se tiene contemplado que para este jueves llevarán los cuerpos vía aérea a su país de origen. Con ellos también va Tania Vanessa, así como la persona que los acompañaba durante el viaje, identificado como Jesús Paredes.
Enrique Maciel señaló que la familia solicitó privacidad sobre el dolor que están viviendo por lo que decidieron no dar entrevistas a ningún medio.
“La esposa está inconsolable, lo único que quiere es que le den los cuerpos de su esposo y su hija para poder regresarse a El Salvador y poder darles cristiana sepultura”, expresó el delegado regional del Instituto Tamaulipeco del Migrante.
Además, detalló que ante la transición que está viviendo, la señora en todo momento era apoyada psicológicamente y que la psicóloga prácticamente no se ha despegado de ella.
También, destacó que los gastos funerarios se cubrieron por la cancillería de El Salvador, cuya sede se encuentra en el estado de Nuevo León.
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