Uno de los últimos hallazgos de las excavaciones que el Proyecto Templo Mayor realiza encadezados por el arqueólogo Leonardo López Luján, ha sido una ofrenda que contiene restos de fauna marina, un disco de oro y el esqueleto de un lobo.
Según ha dicho el arquéologo, la ofrenda tiene problemas de conservación debido a que fue dañada por un drenaje construido durante la época porfiriana, por lo que se encuentran en la etapa de recuperación y aseguró que lo que está más protegido es el esqueleto de lobo.
El Museo del Templo Mayor ofrece al visitante la exposición Nuestra sangre. Nuestro color, integrada por 20 piezas de la cultura mexica, la cual muestra el cromatismo en el arte de esa civilización.
Una de las piezas protagonistas es precisamente un cráneo humano que fue decorado y pintado para representar a Mictlantecuhtli, dios de la muerte.
El Templo Mayor era el centro de la vida religiosa del imperio Mexica y uno de los edificios ceremoniales más famosos de su época, ubicado en lo que hoy es el centro de la Ciudad de México.