Un helicóptero de rescate encontró los restos de la avioneta estrellada en Alaska, informó el vocero de la Guardia Costera de Estados Unidos
Una pequeña aeronave con destino a Nome, en el oeste de Alaska, fue encontrada este viernes 7 de febrero sobre el hielo marino luego de estrellarse el jueves por la tarde.
Además, las autoridades confirmaron que las diez personas a bordo, incluyendo el piloto, fallecieron en el siniestro.
Localización de los restos
El vocero de la Guardia Costera de Estados Unidos, Mike Salerno, informó que un helicóptero de rescate encontró los restos de la aeronave en la última ubicación conocida. Dos nadadores de rescate descendieron para inspeccionar la escena del accidente.
El avión accidentado era un monomotor turbohélice Cessna Caravan de la aerolínea Bering Air. Había partido de Unalakleet el jueves a las 2:37 p. m. con destino a Nome, pero menos de una hora después se perdió el contacto con la aeronave. Según el Servicio Meteorológico Nacional, las condiciones climáticas en ese momento incluían nieve ligera y niebla, con temperaturas de -8.3 grados Celsius.
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El último punto conocido del avión estaba a unos 48 kilómetros al sureste de Nome y aproximadamente 19 kilómetros mar adentro. Datos de radar forense de la Patrulla Aérea Civil de EU. indicaron que a las 3:18 p. m. del jueves la aeronave sufrió “algún tipo de evento” que provocó una pérdida rápida de altitud y velocidad. Sin embargo, la Guardia Costera no recibió señal de emergencia del avión.
Los vuelos regionales son esenciales en Alaska, ya que muchas comunidades no están conectadas por carreteras y dependen del transporte aéreo para desplazarse. Bering Air opera vuelos regulares a 32 aldeas en el oeste de Alaska desde Nome, Kotzebue y Unalakleet. Sus rutas incluyen viajes programados de lunes a sábado con hasta dos vuelos diarios a ciertos destinos.
Operaciones de búsqueda
Diferentes agencias locales, estatales y federales participaron en la operación de búsqueda, con vuelos sobre aguas congeladas y extensas llanuras heladas. La Guardia Nacional aprobó el uso de un helicóptero el viernes en la mañana, mientras que la Guardia Costera desplegó boyas para rastrear el movimiento del hielo marino. Equipos terrestres en motonieves también inspeccionaron la costa y el interior.
En Nome, la comunidad organizó vigilias de oración por las víctimas y sus familias. Autoridades estatales y federales, incluidos los senadores Lisa Murkowski y Dan Sullivan, expresaron sus condolencias y ofrecieron apoyo a los afectados.
Este accidente es el tercero en un lapso de ocho días en Estados Unidos. El 29 de enero, un avión comercial y un helicóptero militar colisionaron cerca de Washington D.C., causando la muerte de 67 personas. El 31 de enero, una aeronave de transporte médico se estrelló en Filadelfia, dejando siete fallecidos, incluyendo una persona en tierra.
Las investigaciones sobre el siniestro en Alaska continúan, y las autoridades trabajan para determinar las causas exactas del accidente.