En un hecho insólito, ocho burros fueron encerrados después de haberse comido las flores de la zona residencial donde viven empleados de una prisión de la India
Ocho burros han pasado varios días privados de libertad tras comerse las flores del complejo residencial en que viven los empleados de la cárcel de Orai, en el norte del país, y sólo han sido liberados tras la intercesión de un político local.
Según informa la prensa, los animales estuvieron comiendo a sus anchas y destrozaron los jardines varias semanas hasta que en la cárcel se cansaron de la fiesta. “No ha pasado nada”, declaraba el superintendente de la cárcel de Orai, Sitaram Sharma. Explicando que los asnos entraron a la zona residencial y destruyeron las plantas que habían colocado, por lo que decidieron encerrarlos la semana pasada dentro de un viejo edificio del recinto penitenciario hasta que encontraran a los propietarios.
“Así que llamamos a los dueños y se los entregamos con la advertencia de que tenían que tener cuidado y no permitir que esto vuelva a suceder”, ha dicho Sharma, que explica que “la mayoría” de los borricos fueron entregados a los dueños la misma tarde del día en que fueron atrapados, y que el resto obtuvo la libertad el día siguiente. Aunque algunos medios especularon con ello, el responsable carcelario ha negado rotundamente que ninguno haya pagado fianza alguna.
De acuerdo con el relato de los dueños, ellos no llegaron a enterarse de que sus animales estaban en manos de las autoridades penitenciarias hasta el domingo, pudiendo liberarlos ese mismo día, pero otros los sacaron hasta el lunes, acudiendo uno de los dueños a un político local para ejercer presión.
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