El Xantolo comienza en los barrios de la Huasteca Veracruzana con el inicio de las celebraciones del Día de Muertos.
Con el inicio de las celebraciones del Día de Muertos, el Xantolo cobra vida, y las cuadrillas de danzantes enmascarados recorren las calles de los barrios de la Huasteca Veracruzana para honrar a sus seres queridos.
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Este 31 de octubre los danzantes salen a rendir homenaje a las pequeñas almas, a los bebés y niños fallecidos, a quienes reciben con mucho cariño.
El Xantolo (vocablo tének derivado del latín Santorum) se festeja hasta el 2 de noviembre y es una tradición en los municipios del norte de Veracruz, una de las danzas es La Viejada en la que buscan proteger a las almas que bajan a la tierra para que el diablo no las encuentre, entonces los hombres se visten de mujer, las mujeres de hombres, de diablos, de viejitos o de animales, para confundir al maligno y hasta burlarse un poco de él.
Las cuadrillas se han conformado en los barrios, en Tantoyuca el más importante es el de San José. Desde septiembre comienzan a ensayar la danza y a elegir sus trajes y máscaras. En cada municipio hay elementos distintos, pero la tradición es la misma y va encaminada a representar el bien y el mal.
“Hay varios días de plaza previo a los días intensos de la fiesta, les llamamos días grandes cuando las plazas se vuelven muy coloridas, con muchas flores y todos los elementos que usamos en estas fiestas. Los olores y la comida que acompañan al Xantolo”, explica la doctora en antropología Nelly Iveth Del Ángel Flores.
Retomando las investigaciones del fallecido investigador Román Güemes, la académica explica que además de dedicar un día inicial a los niños y también a las personas que trascendieron sin haberse casado y se hacen unos pequeños altares, una réplica del altar mayor en la que reciben a las almas inocentes.
La tradición indica que el Xantolo es regido por la milpa, desde el 24 de junio, que es el día de San Juan, comienzan a sembrar las flores de cempasúchil que servirá para adornar los altares; además de la siembra del frijol de chivo que es el ingrediente para el pascal, el platillo principal de este evento ceremonial, todo en medio de los sembradíos de maíz.