Los delitos de violencia de que es acusado Bowers se basan en leyes de derechos civiles que castigan de forma severa los crímenes de odio
El atacante, acusado de matar a 11 personas en una sinagoga de Pittsburgh, Pensilvania, en el peor ataque antisemita en la historia de Estados Unidos, compareció por primera vez ante la justicia el lunes, llevado en una silla de ruedas.
De rostro pálido y expresión hosca, Bowers, de 46 años, hizo pocos comentarios durante la audiencia de tres minutos, aparte de responder “Sí” y “Sí, señor”, en respuesta a preguntas de procedimiento de un juez federal.
Bowers fue detenido después de ser herido en un intercambio de disparos con la policía y trasladado a un hospital. El alcance de sus lesiones no está claro. El lunes no llevaba vendajes visibles.
En la sala le quitaron las esposas, lo que le permitió firmar algunos papeles, y fue sentado entre dos defensores públicos, un hombre y una mujer, quienes lo representaron en la breve audiencia procesal.
Los abogados de Bowers renunciaron al derecho a la lectura de la demanda y las sanciones legales.
La fiscalía habló solo para confirmar que Bowers estaba clasificado como en “riesgo de fuga”.
El juez programó la próxima comparecencia de Bowers ante el tribunal para el jueves a las 10:00 horas y hasta entonces dispuso que el acusado esté bajo custodia.
Los delitos de violencia de que es acusado Bowers se basan en leyes de derechos civiles que castigan de forma severa los crímenes de odio.
Las autoridades señalaron que los cargos que enfrenta Bowers podrían valerle la pena de muerte.
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