El Proyecto de Ley 99 del Senado fue aprobado por el Senado tres días después de que se excluyera de la cámara al legislador demócrata trans Zooey Zephyr, y el gobernador republicano, Greg Gianforte, la convirtió en ley este viernes
En Montana, Estados Unidos, el gobierno aprobó una ley que prohibe la atención médica de afirmación de género para niños transgéneros en medio de un furor nacional provocado entre quienes consideran que esta ley provocará más suicidios y quienes señalan que los menores de edad son demasiado jóvenes para tomar decisiones tan importantes, incluso con la supervisión de los padres.
El estado, ubicado en la región oeste del país, se convirtió en noticia nacional luego de que tres días después de que un legislador transgénero protestara en contra del Proyecto de Ley 99, el gobernador de Montana, Greg Gianforte, lo promulgó ley con un apoyo total de los republicanos.
Los políticos republicanos han impulsado una campaña para restringir los tratamientos médicos especiales prescritos para los jóvenes transgénero, incluidos los tratamientos hormonales y los bloqueadores de la pubertad, con docenas de proyectos de ley similares presentados en las legislaturas de los Estados Unidos.
Los que se oponen a las intervenciones de atención médica para personas transgénero dicen que sus efectos a largo plazo no se comprenden completamente y que los niños y adolescentes son demasiado jóvenes para tomar decisiones tan importantes, incluso con la supervisión de los padres.
Ante el Proyecto de Ley 99, un legislador democrata trans, Zooey Zephyr, protestó y señaló que los congresistas que respaldaran el proyecto tendrían las manos manchadas de sangre.
Por ello, la mayoría republicana de la Cámara votó a favor de censurar al legislador trans y lo excluyeron del resto de la sesión legislativa el pasado 18 de abril.
Finalmente, el Proyecto de Ley 99 del Senado fue aprobado por la Cámara de Representantes tres días después, y el gobernador republicano Greg Gianforte la convirtió en ley el viernes.
Zephyr, un representante de primer mandato de Missoula, declaró que negar la atención de afirmación de género a los jóvenes que se sienten en desacuerdo con su sexo de nacimiento era “equivalente a tortura” y que la prohibición conduciría a más suicidios.
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