Es la primera decisión de la más alta autoridad de justicia en Japón que habla sobre las condiciones de trabajo de las personas LGBT.
Este martes, la Corte Suprema de Japón falló a favor de una empleada transgénero que demandó al gobierno, esto porque el ministerio de Economía y Comercio, para quien trabaja, le dijo que debía utilizar los baños para mujeres situados a dos pisos de su lugar de trabajo.
El alto tribunal consideró que el veto a esta mujer de unos cincuenta años para acceder a los baños más cercanos, obligándola a utilizar los servicios de otros pisos, “carecía totalmente de validez”.
Esta mujer argumentó que el hecho de ser excluida de los baños de mujeres más próximos “atentaba profundamente” a su dignidad y violaba una ley que protege a los funcionarios en su lugar de trabajo. Siendo ya funcionaria, fue diagnosticada con “disforia” de género hacia 1999. Diez años más tarde, le dijo a su superior que deseaba vestirse y trabajar como mujer.
El ministerio aprobó algunas de sus demandas, pero insistió en el hecho de que sólo podía usar los baños situados a varios pisos de su oficina, justificando la medida por la falta de “comprensión del público” en relación a las personas transgénero.