Unos sicarios asesinaron en Irapuato a un hombre y a su nieto, de 14 años de edad, en el atrio de un templo católico de la ciudad guanajuatense, desatando el pánico entre la población
Dos personas fueron asesinadas la mañana del jueves en Irapuato cuando se disponían a ingresar al templo de Las Criptas, ubicado en la colonia La Moderna, del municipio guanajuatense, para escuchar misa.
Cerca de las 8:30 horas, las víctimas arribaron al recinto junto con otros familiares cuando fueron sorprendidos por varias personas que se hacían pasar como lavacoches y pintores. De forma directa dispararon contra Mario Rivera, de 64 años de edad y su nieto de 14 años. Las dos personas agredidas quedaron en el atrio del templo.
De inmediato, se solicitó ayuda para que se diera auxilio a los dos heridos; sin embargo, cuando llegaron los paramédicos la persona de 64 años ya había fallecido. El menor de edad fue trasladado a un hospital de Irapuato, pero murió minutos después.
La situación desató el pánico de los presentes quienes se refugiaron en el interior del lugar. En el sitio se encontraron al menos 20 casquillos percutidos, mientras que policías estatales y soldados de la Sedena resguardaron la zona para comenzar las investigaciones pertinentes, sin que hasta ahora se conozcan las causas del ataque.
“Recabando elementos de prueba, las cámaras, la búsqueda de indicios y coordinando con la instancia que se encarga de la investigación, en este caso la Procuraduría de Justicia del estado, a través de Policía Ministerial y Servicios Periciales para dar con el paradero de las personas que realizaron este tipo de hechos”, comentó Samuel Ugalde, secretario de seguridad en Irapuato.
Los primeros reportes de la Policía indican que los delincuentes ya tenían preparado el crimen desde días antes, dados los testimonios de varios testigos, los cuales indicaron que desde hacía cuatro días se habían hecho presentes un grupo de hombres que dijeron ser pintores para camuflarse con los lavacoches. Los sospechosos indicaron a los vecinos que estarían realizando trabajos de remozamiento en los árboles de ornato, ubicados en las banquetas.
Los sujetos se apostaron en la banqueta frente al templo simulando tomar un descanso, pero al momento en el que los occisos y su familia llegaron, se hicieron señas con otros sicarios que se encontraban en las esquinas, los cuales de entre sus ropas sacaron armas cortas y un arma larga que tenían escondida en un bote de pintura, para comenzar a disparar.
Algunos de los vehículos que se encontraban estacionados afuera del templo religioso terminaron con impactos de bala de al menos tres calibres distintos.
Por su parte, la Diócesis de Irapuato lamentó y reprobó lo ocurrido a través de un mensaje difundido en redes sociales, indicando que “las autoridades judiciales ya están en las investigaciones preliminares. Los sacerdotes y personal que colabora en la Iglesia se encuentran bien, aunque impactados emocionalmente”, y que “el Obispo de Irapuato, Mons. Enrique Díaz deplora que la violencia ocupe un lugar que no debería ocupar en la convivencia social”,
Con información de Luis Negrete
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