El partido entre West Bromwich y Wolverhampton fue interrumpido por actos violentos de los aficionados en la Copa de Inglaterra
El enfrentamiento entre West Bromwich Albion (equipo de segunda división) y Wolverhampton, correspondiente a la Copa de Inglaterra (FA Cup), disputado este domingo, fue detenido por el árbitro debido a disturbios en las gradas poco después del segundo gol marcado por el equipo visitante. Estos disturbios fueron provocados por un grupo de aficionados violentos.
El árbitro detuvo el partido apenas unos segundos después de que los Wolves ampliaran su ventaja en el marcador a 2-0 gracias a Matheus Cunha (minuto 78), quien celebró de manera intensa frente a la grada de sus seguidores.
En medio de la exaltación, se desató una pelea en el extremo opuesto del estadio, en una tribuna llena de seguidores del West Bromwich Albion, según muestran imágenes difundidas por ITV. La policía y los agentes de seguridad tuvieron que intervenir, y en medio de la confusión general, el árbitro decidió enviar a los jugadores de vuelta a los vestidores.
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Durante el transcurso del partido, un jugador de los Wolves fue blanco de lanzamientos de proyectiles, especialmente botellas de plástico, mientras se disponía a realizar un saque de esquina.
Estos dos equipos rivales de los Midlands del oeste, separados por apenas quince kilómetros, no habían jugado uno contra el otro con público desde 2012.
Ambos clubes mantienen una de las rivalidades más intensas del país, conocida como el “Black Country Derby”, haciendo referencia al humo de las fundiciones que era visible a finales del siglo XIV en esta región industrial del centro de Inglaterra.