Bajo la frase “¡No en nuestro nombre!” los católicos argentinos volvieron a retomar la importancia de la separación de la Iglesia y el Estado
Luego de que el Senado de Argentina rechazara la legalización del aborto en la nación sudamericana, miles de ciudadanos se organizaron para realizar una apostasía colectiva, es decir, renunciar masivamente a pertenecer a la Iglesia Católica.
Docenas de hombres y mujeres que se manifestaron a favor de la despenalización del aborto, realizaron una fila para llenar los formularios con los que renunciaban de manera oficial a la Iglesia Católica.
Este movimiento fue organizado por la Coalición Argentina por un Estado Laico (CAEL), quien convocó a aquellas personas que fueron bautizados y que ya no se sienten representados por esa institución religiosa.
En un comunicado la coalición organizadora señaló que la separación entre Iglesia y Estado es fundamental para que todos los ciudadanos tengan “un piso de igualdad” sin importar “las creencias y convicciones que puedan tener”.
Bajo la frase “¡No en nuestro nombre!” los católicos argentinos volvieron a retomar la importancia de la separación de la Iglesia y el Estado.
A través de su página de Facebook, este movimiento se asegura de enviar la carta de renuncia del ex feligrés a la diócesis donde la persona haya sido bautizada, además de ofrecer modelos de textos para armar la carta.
No obstante, para la Iglesia Católica no existe trámite que permita anular la condición de católico otorgada por el bautismo, ya que el catecismo, texto que compila la doctrina, establece que la celebración del bautismo es “una alianza irrevocable” la cual “imprime en el cristiano un sello espiritual indeleble”, de modo que el mismo no puede ser revertido.
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