Por fortuna son cada vez más las empresas que sí se preocupan el cliente y han cambiado la forma de vender sus servicios
No se ustedes, pero yo ya estoy hasta la madre de que empresas me llamen 6 veces al día para venderme algo que no necesito o para que me suscriba a algo que no he pedido.
Agencias que te llaman desde un número que ya hasta te aprendiste. Según esto, a nombre de empresas telefónicas, financieras y demás negocios. Un ejército de hombres y mujeres a prueba de mentadas de madre llamando y m… llamando sin tregua ni cuartel desde un call center donde defienden ante todo que el cliente es lo más importante para ellos.
Empresas que buscan que adquieras el nuevo celular, que ya compraste y uno extra que no necesitas. O para que aceptes préstamos que juran, cambiarán tu vida. Un mensaje de ida al que poco les importa tu respuesta que sin duda, y en toda clase de tonos, ya les has dicho que por favor dejen de mandar.
¿Pero qué hacer? Por lo pronto llamar al 01800 999 8080, número del Registro Público de Usuarios creado por la Condusef para que saquen tu número de la lista de estas compañías que bombardean información y publicidad de productos financieros.
Llamas, dejas tu nombre completo, un correo electrónico que también puedes bloquear, el número fijo o celular que desean proteger y tu fecha de nacimiento. Te darán un folio y el servicio entrará en vigor 45 días después de esa llamada. Y tendrá una duración de 2 años en los cuales, en teoría te dejarán de molestar.
No tiene costo, te tardas menos de 5 minutos en hacerlo y por lo pronto parece una buena medida mientras se dan cuenta que el afectado no tendría por qué hacer algo, pudiendo castigar al que afecta con esas llamadas a todas horas.
¿Y con esto se acaba el problema? Más o menos, pues las bases de datos seguirán rolando como mercancía y hay otros servicios que todavía no entran en la lista. Dentro de esta estrategia comercial que sólo atosiga a los clientes.
Por fortuna son cada vez más las empresas que sí se preocupan por los usuarios y han cambiado la forma de vender sus servicios. Habrá que esperar que el resto se sume y le de otra utilidad al trabajo de todos esos empleados que podrían estar haciendo mejores cosas que recibir cuanto recuerdo a su madre o seres queridos cada vez que una víctima contesta.
Ah! Y un tip. En esta era del consumismo, cuando queremos un servicio vamos y lo pedimos. Actualmente hay varias rutas para hacerlo fácilmente. No estamos esperando a que nos llamen para ver qué se nos ocurre comprar.
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