Encabezados por Carlos Mimenza Novelo, un conjunto de 20 empresarios conformaron un grupo de autodefensas en Quintana Roo, para combatir lo denominan “el nuevo cartel” del gobernador Carlos Joaquín González.
A través de un vídeo publicado en sus redes sociales, el inversionista inmobiliario envía un mensaje en el que asegura que han infiltrado a unas 200 personas en puestos tanto del gobierno estatal como de la policía ministerial, y pidieron a la ciudadanía vigilar en todo momento a las autoridades estatales a sus “círculos íntimos y personales”.
“El gobernador Carlos Joaquín González encabeza el nuevo cártel en este estado”, asegura el empresario. Asimismo, acusa al titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación de la entidad, Juan Vergara, de desviar fondos públicos para usarlos en la campaña del aspirante del Partido Acción Nacional a la presidencia, Rafael Moreno Valle.
Además, el inversionista acusa también al fiscal general de Quintana Roo, Miguel Ángel Pech Cen, calificándolo de “brazo armado de este cártel”.
Mimenza enfatizó que no intención no se trata de “una llamada a tomar las armas, sino a organizarnos como sociedad y estar preparados para reaccionar en caso de cualquier ataque a la ciudadanía por parte del propio Gobierno”.
Según el inversionista, el proyecto de autodefensas “nace de la iniciativa de veinte empresarios de este Estado, todos conocidos y cercanos al gobernador” y ya ha reclutado a más de 200 personas “infiltradas dentro de la ciudadanía, dentro del mismo Gobierno e incluso ya tienen presencia dentro de la misma Policía ministerial”.
“Estamos vigilando las 24 horas al gobernador Carlos Joaquín González, policías ministeriales y judiciales, así como sus círculos íntimos y personales”, reza el mensaje que acompaña la grabación.
Por su parte, el gobierno estatal manifestó su rechazo a los grupos de autodefensa promovidos por el empresario, recogen medios locales, y el presidente de la Gran Comisión del Congreso local, Eduardo Martínez Arcila, aseguró que Mimenza solo busca ser “estrella de Internet”, y tachando como “reprobable cualquier tipo de declaración que tenga por fin hacerse justicia por su propia mano”.