La policía investiga si el empresario cometió un homicidio culposo contra su hijo, al manejar una embarcación bajo la influencia de sustancias
El empresario mexicano Javier Burillo Azcárraga quedó en libertad el 16 de septiembre tras pagar una fianza de un millón de dólares, un día después de que fuera arrestado en su mansión de Belvedere, California, por el suceso que costó la vida a su hijo de 11 años en la bahía de San Francisco.
La Policía estadounidense investiga si este hombre de 57 años cometió un homicidio culposo y lesiones dolosas contra un menor al manejar el domingo la embarcación de nombre Targa Protector y en la que viajaba con su hijo de 27, así como con el fallecido mientras se encontraba bajo la influencia de sustancias, informa el diario The New York Times.
Durante esa travesía, los dos hijos del sospechoso cayeron por la borda después de que una ola golpeara su barco y, cuando su padre los rescató, los trasladó a un club náutico de la localidad de Tiburón, donde certificaron el deceso del menor debido al golpe que le propinó un bote con 10 metros de eslora.
Por su parte, la otra víctima sufrió lesiones en una pierna y fue trasladada a un hospital.
Registros de propiedad indican que Javier Burillo Azcárraga adquirió su mansión en el condado de Marín por 10.2 millones de dólares en 2004 y tanto él como su esposa son dueños de posesiones en San Diego y Sausalito.
Reportes de prensa señalan a Burillo Azcárraga como un acaudalado empresario de bienes raíces, conocido por sus desarrollos hoteleros y restaurantes de lujo en varias partes de México.
El jefe de la policía de Tiburon, Michael Cronin, se negó a discutir la relación de Burillo con la familia Azcárraga, una de las más reconocidas en México.
“Yo lo conozco como Javier Burillo”, dijo Cronin, quien señaló que el acusado era un distinguido miembro de la comunidad de Tiburón-Belvedere.
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