Bajo una ola de calor, comienza la Serie Mundial en el Dodger Stadium de Los Ángeles con temperaturas que deben alcanzar los 37° C, dejando a los 56,000 fanáticos que asistan más vulnerables a las inclemencias del clima
Las rectas no serán lo único que alcanzará triple dígitos en la Serie Mundial y este Clásico de Otoño se sentirá como un verano.
Los Dodgers de Los Ángeles y los Astros de Houston se medirán el martes en el Dodger Stadium con temperaturas que deben alcanzar los 37° Celsius, vislumbrándose la Serie Mundial más calurosa de la historia.
Una ola de calor atenazó el sur de California el lunes, con la temperatura llegando a los 40 ° C al mediodía en la zona de Chavez Ravine. Aún ardía cuando los Dodgers y Astros llegaron al estadio para un ligero entrenamiento al atardecer.
“Nunca me hubiera esperado algo así al final de octubre y cerca de noviembre”, dijo el jardinero central de los Dodgers Chris Taylor. “Así es Los Ángeles”.
El primer juego podría acabar con la temperatura más caliente en los registros. Llegó a los 34° C en Phoenix para el arranque del clásico de 2001 entre los Diamondbacks de Arizona y los Yanquis de Nueva York, pero jugaron bajo techo. Algunos pronósticos avistan que Los Ángeles estará más caliente a las 8 de la noche del martes.
Los Dodgers están en la Serie Mundial por primera vez desde 1988, y la temperatura es la normal para el equipo de casa.
“¡Todo es caliente en LA!“, rugió el cerrador de los Dodgers Kenley Jansen en tono irónico. “Los Dodgers están calientes. Todo el mundo está en ebullición. Ha pasado tanto tiempo desde Kirk Gibson”.
Los Astros también están acostumbrados al calor y, en el este de Texas, lidian con una humedad que puede ser insoportable para la mayoría de los californianos.
“Estar hidratado será clave, estar fresco será clave”, indicó el jardinero de los Dodgers Curtis Granderson. “Pero si te pones a hacer una encuesta, todos te dirán que prefieren el calor sobre el frío”.
Y es que los jugadores están acostumbrados a jugar en todo tipo de clima entre marzo y octubre, y coinciden que es algo que difícilmente les afecte.
Los 56,000 fanáticos de los Dodgers estarán más vulnerables al calor al ingresar a su legendario estadio para el primer juego de Serie Mundial en 29 años.
“Me encanta”, señaló el tercera base de los Dodgers Justin Turner, quien nació en la región y viene de compartir con Taylor el premio al más valioso de la serie de campeonato. “Yo prefiero jugar con calor que en la nieve”.
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