“Haga lo que haga, ¡me casaré con usted!'”, fue lo que le dijo a los 17 años el hoy presidente electo presidente de Francia, Emmanuel Macron a su profesora de Literatura en el liceo Providence, Brigitte Trogneux.
Su relación inició cuando él tenía 15 años y ella 39 y redactaron el libreto para una obra de teatro, gracias al que cada viernes y sin que se molestara el marido de Trogneux, podían verse. Macron ya estaba perdidamente enamorado de ella.
Brigitte también se sintió atraída por la mente brillante de su alumno. “Me sentía trabajando con Mozart”, dijo.
Tras dos años de relación clandestina, el romance finalmente salió a la luz y los padres de Macron lo obligaron a irse a París con la esperanza de que se rompiera la relación. Fue en su despedida cuando el hoy presidente de la Quinta República Francesa, le dijo que se casarían.
La promesa se cumplió años después. Los padres de Macron finalmente aceptaron la relación y Brigitte se divorció. Se casaron en 2007, cuando ella tenía 54 años y él 29.
Su matrimonio “atípico” rompe con todos los estereotipos. Los allegados del presidente electo aseguran que esta pareja -que tiene 24 años de diferencia- se acompaña y se apoya con mucho romanticismo. “Emmanuel tiene que ser elegido este año, sino ¡imagínense mi cara en cinco años!”, afirmó con humor Trogneux durante los días anteriores a las elecciones.
El candidato centrista es un personaje inusual para este momento de la política del Viejo Continente, por su postura a favor de la globalización y de la Unión Europea (UE). Pero su vida privada fue un eslabón clave que apasionó a la prensa mundial.
Hoy, Emmanuel Macron es el nuevo integrante en el grupo de dirigentes mundiales treintañeros, mientras que Brigitte Trogneux, con 64 años, es la primera dama con mayor edad.