El uso de teléfono celular volvió a cobrar importancia el martes cuando los fiscales culparon a Emma Coronel de poner en riesgo al testigo del lunes
El gobierno estadounidense pidió el martes sanciones contra los abogados del Chapo Guzmán por prestarle un teléfono a Emma Coronel, su esposa, al interior de la corte cuando el uso de estos aparatos, grabadoras, cámaras o computadoras está absolutamente prohibido en la corte tanto para el público como para la prensa, a fin de evitar que se difundan imágenes que pueden poner a jurados o testigos en peligro.
Mientras la fiscalía pidió sanciones por esas comunicaciones, uno de los miembros de la defensa, Mariel Colon, aseguró que el abogado Michael Lambert utilizó el servicio de traducción de Google para hablar en castellano con Coronel.
“Pensé que era algo inocuo”, dijo Cogan a Colón en un intercambio que tuvieron el lunes, ya que ella no habla inglés y él no habla español, según la transcripción de la corte. Argumento que el juez dio por válido.
Pero el lunes, minutos antes del testimonio de Miguel Ángel Martínez en la corte federal de Brooklyn, un expiloto de Joaquín “Chapo” Guzmán que colabora con el gobierno y hoy tiene una identidad secreta como parte del programa de protección de testigos de Estados Unidos, el juez Brian Cogan ordenó a Emma Coronel pasar nuevamente por el detector de metales para verificar que no tenía un teléfono consigo.
El gobierno se había quejado de que Coronel, una exreina de belleza de 29 años que acude cada día al juicio, fue filmada el 19 de noviembre usando un teléfono en la corte, y su temor es que se comunique directamente con el Chapo o filme a Martínez y éste pueda ser víctima de amenazas o violencia.
Pero el uso de teléfono celular volvió a cobrar importancia este mismo martes cuando los fiscales culparon a Emma Coronel de poner en riesgo al testigo del lunes. Incluso, lograron que el juez ordenara a los dibujantes de la corte no bosquejar los rasgos faciales ni el peinado de Martínez, que cuando estuvo en prisión en México tras su arresto en 1998 sufrió tres ataques a cuchillazos y con granadas que casi acaban con su vida, en su opinión ordenados por el Chapo.
El Chapo, encarcelado en Nueva York casi en aislamiento total desde hace 22 meses, tiene prohibido asimismo las visitas de su esposa, o comunicarse por teléfono con ella.
Tras recibir el pedido de sanciones del gobierno en la madrugada del martes, Cogan sostuvo que “la emergencia ha desaparecido” porque Coronel ya no tiene un teléfono consigo.
“Decidiremos (sobre el pedido de sanciones del gobierno) en algún momento de la semana próxima”, afirmó.
Hasta ahora no se han dictado las sanciones contra la defensa por esta “metida de pata” de Coronel o si se le impedirá el ingreso mientras dura el juicio, que puede tardar hasta cuatro meses.
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