Harta de que no aprobara la relación que sostenía con su novio, Elizabeth Espino Vásquez, mejor conocida como Elita, tomó una almohada, con la que asfixió a su madre, la abogada Elizabeth Vásquez Marín, el 26 de enero del 2010 en Lince, Lima, Perú.
La parricida fue detenida el 9 de febrero de 2010. Elita fue condenada a 30 años de prisión el 24 de septiembre del 2012. Su novio recibió 28 años de cárcel por complicidad en parricidio.
Testigo revela la verdad
María Liliana Huamán Chuquilín, de 19 años, ex empleada del hogar de la víctima, relató que el 26 de enero de 2010 -fecha en que sucedió el crimen-, ella se retiró temprano a su habitación a descansar por orden de Elizabeth Espino.
Pero al llegar a su cuarto, escuchó los gritos de auxilio que lanzaba, desesperada, la víctima.
«Ese día me sentí un poco inquieta. Tenía mucho miedo. La voz de la abogada nunca se me va a olvidar», expresó sumamente conmovida.
¿Por qué no fue en su ayuda? «La puerta de la cocina estaba cerrada con llave. Y ese es el único lugar desde el que podía acceder al resto de la vivienda», aclaró.
Pero eso no fue todo. De acuerdo con la versión de la trabajadora del hogar, Elita también le dijo a su mamá: «Eso te pasa por hacer más por tus papitos que por mí», hasta que una voz de hombre le ordenó que se callara.
«Ese día no pude dormir. A las 5 de la mañana del día siguiente, me levanté y preparé jugo de naranja. En eso apareció la joven y me dijo que me lo tome, porque su madre había salido de madrugada», indicó.
La víctima, Elizabeth Vásquez Marín, de 45 años, fue estrangulada y golpeada. Su cadáver fue abandonado en la cajuela de su automóvil, en una calle.
El 9 de febrero del 2010, la Policía solicitó la detención preventiva de la estudiante Elizabeth Espino Vásquez por existir indicios razonables de ser autora intelectual de la muerte de su madre.
El 14 de febrero del 2010, Elizabet Espino Vásquez fue detenida por la Policía como responsable de la muerte de su madre. También cayeron su enamorado Fernando Gonzales y un amigo de éste, Jorge Cornejo.
La confesión de Elita
La ex trabajadora doméstica Liliana Huamán explicó que días después del crimen, Elita le mandó a comprar licor. Entonces las dos empezaron a tomar.
«Me contó que tenía su enamorado llamado Fernando (Gonzáles). Empezó a emborracharse cuando me dijo: «Te quiero comentar una cosa, pero prométeme que no le dirás a nadie. Yo fui quien le hizo eso a mi mamá. Me tenía harta. No me dejaba estar con mi novio. Yo la aplasté con la almohada». Al decir eso, se puso mal y empezó a llorar. Yo me asusté mucho», refirió.
En ese entonces, la trabajadora tenía 17 años y se sentía atemorizada por todo lo ocurrido.
La joven señaló que no reveló estos detalles a los agentes de la Dirección de Investigación Criminal, debido a que había sido amenazada por el juez y ex fiscal antidrogas, Alejandro Espino Méndez, padre de Elita, y por la propia procesada, la que se comunicó con ella desde la prisión por teléfono.
Familiares de la víctima Elizabeth Vásquez dijeron que Alejandro Espino se habría apoderado irregularmente de bienes de la asesinada.
El móvil del crimen fue el dinero
Elita “quería el dinero de su madre», consignaron los agentes en el acta con que la pusieron a disposición de la Fiscalía.
Se estima que el valor de los bienes en disputa supera los tres millones de dólares. Entre las propiedades hay una hacienda agrícola, seis departamentos, dos casas y un amplio local convertido en estacionamiento público, sin considerar las joyas y el dinero que la víctima tenía en sus cuentas bancarias.
Elita cometía robos a su madre
En el juicio oral contra Elizabeth Espino Vásquez, testigos coincidieron en que durante el 2009, ella le robaba sistemáticamente a su asesinada madre, Elizabeth Vásquez Marín, junto a su expareja Fernando Gonzales Asenjo.
Tras el crimen ocurrido en enero del 2010, Elita no solo habría confesado que cometía esos robos, sino que también tendría participación en el asesinato de su progenitora. Así lo reiteró la tía de la procesada y hermana de la víctima, Jovita Vásquez, en base a las palabras del padre de la acusada y exesposo de la difunta, Alejandro Espino Mendez.
«Y ya cuando detienen a Elita, su papá, en una reunión, en la casa, nos dice: ¿Y se acuerdan de los robos de las joyas, de la laptop, del carro, todo eso que había pasado? Había sido Elizabeth con Fernando. Ella ya me lo confesó. Incluso él dijo: «Ella ya aceptó su responsabilidad en el crimen de su mamá»», narró Jovita.
Según dijo, varios familiares son testigos de esa confesión del padre de Elizabeth.
Esta declaración echó abajo toda la estrategia de defensa de la acusada que insistía en su inocencia. También desbarató la afirmación de su enamorado, Fernando Gonzales, quien se inculpó él mismo por el asesinato y manifestó que «se le pasó la mano» porque sólo quería robar.
En cambio, reforzaría la declaración de Jorge Cornejo -tercer implicado en el homicidio-, quien involucró a Elita.
Gonzáles y Cornejo se acogieron a la conclusión anticipada y recibieron 28 años de cárcel
Elita es sentenciada
El Poder Judicial determinó que Elita fue coautora del crimen de su madre Elizabeth Vásquez Marín.
Elizabeth Espino Vásquez fue sentenciada a 30 años de cárcel y al pago de 100 mil soles de reparación civil al ser hallada culpable del delito de parricidio en agravio de su madre.
El Colegiado A de la Tercera Sala Penal determinó que la muerte de la abogada se dio como parte de un plan de interés lucrativo, un «plan criminal en el que participó activamente la procesada».
Según la lectura de la sentencia, Espino Vásquez cometió el delito, porque sabía que con la muerte de su progenitora heredaría sus bienes.
También, la sala comprobó que la acusada «se da cuenta de los actos que realiza» y no presenta síntomas de trastornos mentales, estando su inteligencia en una condición clínica normal.
Ratifican condenas
El 29 de agosto del 2013, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia decidió, finalmente, ratificar la condena de 30 años de prisión que se le impuso a Elizabeth Espino Vásquez, Elita, por el asesinato de su madre.
Asimismo, dicho tribunal confirmó los 28 años de cárcel para Jorge Eduardo Cornejo Ruiz. Sin embargo, en este caso se varió la figura legal por la que había sido condenado: en vez de cómplice de parricidio, la Corte Suprema lo sentenció como cómplice de homicidio.
Cabe precisar que Cornejo Ruiz había solicitado la reducción de su pena, ya que consideraba que se merecía este beneficio al haber colaborado con la justicia tras acogerse a la conclusión anticipada.
Además, la Sala Penal Permanente ratificó los 100 mil soles de reparación civil que deberán pagar los responsables del asesinato de la víctima, entre los que se encuentra Fernando Gonzales Asenjo, expareja de Elita y amigo de Jorge Cornejo.
Elizabeth Espino quedó recluida en el penal de Chorrillos; en tanto su novio, Fernando González, y el amigo de este, Jorge Cornejo, quedaron presos en el penal Castro Castro.
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EDFM