Lo principal es recuperar la confianza de la gente, ya que los excesos de los funcionarios y los escándalos de corrupción en los distintos órdenes de gobierno han maltrecho la credibilidad que les tenía la ciudadanía.
En unos meses habrá elecciones en las entidades de Aguascalientes, Baja California, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas, en las que estarán en disputa un total de 142 cargos, entre diputaciones locales (86), ayuntamientos (55) y la gubernatura de Baja California, además de la elección extraordinaria de Puebla, por el trágico suceso en el que falleció la gobernadora de la entidad, Martha Erika Alonso Hidalgo. Es una elección muy importante, ya que permitirá a los alcaldes y diputados locales reelegirse por un periodo más.
Cada partido político tiene un objetivo en particular. Morena tiene el reto de incrementar su presencia a nivel nacional y refrendar el triunfo electoral del año pasado. El PAN es el que tiene el desafío más grande, ya que gobierna todos los estados donde habrá votaciones y representan sus principales bastiones. El PRI busca presentarse como una buena opción responsable y recuperar terreno después de la caída en la votación de la elección anterior, mientras que el resto de los partidos tienen el objetivo de conservar los municipios que actualmente gobiernan y mostrarse como una opción atractiva para los electores, además de incrementar su porcentaje de votación.
Del total de puestos en disputa, son pocos los que están bajo control de Morena, por lo que no tienen ningún desgaste en el ejercicio de gobierno, contrario al resto de las organizaciones políticas; por lo que vale la pena preguntar, ¿qué es lo que necesitan los partidos en el gobierno para ser competitivos en las próximas elecciones?
Lo principal es recuperar la confianza de la gente, ya que los excesos de los funcionarios y los escándalos de corrupción en los distintos órdenes de gobierno han maltrecho la credibilidad que les tenía la ciudadanía. Algunos han previsto esto y han usado la bandera de la austeridad, reduciéndose el sueldo —tal como lo hizo el presidente López Obrador—, o comprometiéndose con la creación de más obra pública. Sin embargo, esto no es suficiente. Tiene que haber un cambio más profundo, ser más cercanos a la gente y tener un compromiso verdadero para reducir la desigualdad social.
Otro tema importante será el de la seguridad. Los 5 estados donde habrá elecciones han presentado un incremento en la incidencia delictiva, por lo que será necesario que cuenten con una buena estrategia de seguridad, además de presentar propuestas novedosas, que le brinden certeza a la ciudadanía de que resolverán los problemas de inseguridad con los que viven día con día. Esto, sin dejar del lado otros temas que también son importantes, como la desigualdad social, los problemas de movilidad, el acceso a los servicios, entre otros. De cara a la próxima elección, parece que los tres partidos que hace poco fueron los de mayor importancia (PRI, PAN, PRD) se encuentran desarticulados y sin haber realizado un ejercicio crítico de lo sucedido el pasado 1º de julio, es decir, no han logrado entender a su electorado. Lo que mostraron las elecciones anteriores es que el país necesita cambios profundos, mismos que motivaron el voto masivo por el presidente López Obrador. En esta lógica, debe de haber coherencia con las propuestas que realicen los candidatos de los estados y municipios.
Aún faltan varios meses para las elecciones, pero cualquier partido que desee posicionarse como una opción atractiva para los votantes deberá realizar el diagnóstico correcto y contar con las propuestas adecuadas. Si algo ha quedado claro después del 1º de julio pasado es que el electorado está bien informado y que castiga con severidad a los candidatos improvisados y el mal desempeño de gobierno.
Quiero desearles un feliz año a todos los lectores.
Por Arturo Ávila
*Presidente de IBN Industrias Militares
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