El Black Friday no es oficialmente un día festivo. Es tomado como tal por empresarios que lo ven como la continuación del Día de Acción de Gracias
Se conoce como “viernes negro” (originalmente Black Friday) al día que inaugura la temporada de compras navideñas con significativas rebajas en muchas tiendas minoristas y grandes almacenes.
Se estableció por primera vez en Estados Unidos; allá, es un día después del Día de Acción de Gracias; es decir, la fecha siguiente al cuarto jueves del mes de noviembre.
La versión original, el Black Friday, se originó en Filadelfia. En ese estado se utilizaba para describir el denso tráfico de gente y vehículos que abarrotaba las calles al día siguiente de Acción de Gracias.
No obstante, el uso del término comenzó alrededor de 1961, entre los oficiales de policía encargados de la regulación del tráfico. Luego se popularizó hacia 1966, y logró extenderse al resto de los estados a partir de 1975.
Cabe destacar que el “viernes negro” no es oficialmente un día festivo. Es tomado como tal por empresarios ven como la continuación del Día de Acción de Gracias. De hecho, en EE.UU. se acostumbra dar el día libre a los empleados; esto más que nada con el fin de incrementar el número total de potenciales compradores.
Los registros más antiguos de esta fecha como “celebración nacional”, indican el 2005 como la primeva vez en que cobró tendencia. Habitualmente, se refiere como el año de mayor movimiento comercial en el país. Por su parte, el día con más ventas sucedió en el 2013. Aproximadamente, 141 millones de personas en los Estados Unidos compraron durante el viernes negro; en total, se sugiere que personas gastaron un total de 57 400 millones de dólares; a esto se sumaron ventas de la red llegando a 1,2 millones de dólares.
Fuera de EE.UU.
El impacto de esta “fiesta nacional” ha sido tan grande que ha logrado colarse a varios países de América latina. Si bien no es oficial, naciones como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Costa Rica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana y El Salvador, entre otros, han impulsado el comercio durante fechas aproximadas.
En México, la tendencia comenzó a partir del año 2011. La idea de vender a una gran escala para impulsar la economía mexicana. Aquí lo llamamos “El Buen Fin”. Por su parte, consiste en un fin de semana del mes de noviembre, en el cual miles de establecimientos que ofrecen sus productos o servicios hacen diversas promociones y ofrecen crédito a meses sin intereses.
Evidentemente, este evento inspirado en el viernes negro, y tiene la finalidad de fomentar el comercio y el consumo; así como de reactivar la economía del país y aprovechar para hacer las compras para temporadas navideñas.
Sin embargo, en la práctica, “el Buen Fin” no se equipara con las ofertas ofrecidas con su contraparte original estadounidense. La dificultad de México reside en la diferencia en la economía nacional. Muchas veces, los descuentos no son tan notorios como en Estados Unidos.
Asimismo, las personas no compran en tan grandes cantidades. De hecho, en los últimos años se han recabado pruebas y quejas de consumidores que afirman que las mismas empresas aumentan los precios de sus artículos para aplicar falsas rebajas, con tal de hacer que la gente pague en realidad el precio original.
Fuera del tipo de sociedad, como dato curioso, el ”black friday” también se utilizó en Viena para describir el día en que se desplomó la Bolsa de Viena, en la primera mitad de 1873.Resultado de esta crisis, a fines de 1873 quebraron 48 bancos, ocho compañías de seguros, dos compañías de ferrocarril y 59 empresas industriales. Además, se suicidaron 152 personas.
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CAB