El bendito VAR, por fin llegó a la Primera División de la Liga MX aunque es un programa piloto porque a partir de la jornada 16 vendrá un representante del IFAB para dar el visto bueno y certificarlo
No sé ustedes, pero siento que en el futbol mexicano se esfuerzan para hacer mal las cosas, por no seguir reglamentos, ni estatutos, ni siquiera códigos y mucho menos, tradiciones.
El bendito VAR, por fin llegó a la Primera División de la Liga MX, y sí, siente tu liga porque está para llorar. Claro, es un programa piloto, porque a partir de la jornada 16 vendrá un representante del IFAB (International Football Association Board) para dar el visto bueno y certificarlo.
No veo en dónde están las horas de capacitación, de entendimiento del sistema. Sólo noto confusión en las cabecitas de los árbitros, y qué decir de su rostro y de su cuerpo que lo único que reflejan es un total y absoluto miedo de accionar. Es como lo que me dijo un muy buen amigo exárbitro, parece que en la charla arbitral les dijeron: “el aparatito salió caro, así que hay que usarlo”, y pues, se nota.
Vamos por partes porque tampoco hay que crucificar a todo el mundo. Muchos dicen que cómo fue posible que se estrenara el VAR con Adonai Escobedo en el partido del morbo entre Atlas y Veracruz. Fácil, las designaciones arbitrales son una cosa y el VAR es otra, son 2 cosas distintas.
Las designaciones se hacen sin pensar en el VAR, ya que no es un elemento que se considere dentro de la evaluación para los silbantes. El VAR es un ente independiente. Teniendo claro esto, vamos por la segunda parte, es decir, este partido terrible, y sin tener latente el descenso no es tan trascendente y tal vez, al criterio de cada quien, no se necesita un árbitro de tanta jerarquía, como sí se requiere en un Pumas-Tigres.
Además, Adonai sabe lo que es estrenar esta herramienta en otras categorías, pues él pitó el partido de la Jornada 6 entre Pumas y Querétaro en Ciudad Universitaria, cuando comenzó la certificación de los estadios en la Sub-20. Así que no podemos echarle la culpa a la Comisión de Arbitraje por designarlo, ni a él por su incapacidad, las cosas suceden por algo, se aprende de los errores, es muy difícil que de los aciertos se logre.
Fueron solo 9 meses, y sí digo solo es porque me parece muy poco para lo complejo que es el sistema, más por la aceptación que por otra cosa, de capacitación de los árbitros y de la gente que se encontrará en cabina.
En esta jornada cabalística de nuestro querido balompié se efectuaron ocho decisiones en donde se involucró al VAR. Las de mayor acierto fueron en las que se marcó fuera de lugar. Y hay que decirlo, no solo Escobedo cometió errores, tal vez sí fueron los más graves, pero Fernando Guerrero en el Monterrey-Toluca, sobre todo en el procedimiento, también se equivocó; en lo de la expulsión a Sambueza, la viste, la marcaste porque la tenías cerca, pues no se revisa.
Y también la gente que estuvo en la cabina del videoarbitraje tuvo que haber avisado sobre la patada certera a la tráquea que dio Luis Quiñones al jugador del Monterrey, Carlos Rodríguez, que era -sin duda- de roja.
Por otro lado, siguiendo con lo del protocolo, cuando se trata de los fuera de lugar, no tienes que acercarte a la pantalla, con que te lo comuniquen es más que suficiente. El otro partido donde se utilizó esta herramienta fue en el Lobos BUAP contra el Guadalajara donde fue dirigido por Jorge Antonio Pérez.
Lo cierto es, que en mi humilde opinión, el futbol es y seguirá siendo un drama de acierto y error y que los árbitros son malos con y sin VAR.
Elba Jiménez
Contenido relacionado