Los congresistas republicanos avanzaron en la agresiva reforma fiscal impulsada por Trump, que es muy impopular, pero sus defensores insisten en que los estadounidenses la amarán al ver sus estados de cuenta
La Cámara de Representantes de Estados Unidos, controlada por los republicanos, se aprestaba el miércoles a dar su aprobación final a la ley de reforma tributaria antes de enviarla al presidente Donald Trump para su promulgación, sellando su primera gran victoria legislativa desde que llegó al poder.
Con la mayor reforma al código tributario estadounidense en 30 años, los republicanos superaron en apenas unas semanas la oposición de los demócratas en un esfuerzo por reducir los impuestos a las empresas y a los individuos más acaudalados, ofreciendo además un alivio fiscal disímil y temporal a los trabajadores y sus familias.
El Senado aprobó el proyecto de ley en la madrugada del miércoles por 51 votos a favor y 48 en contra, pero tuvo que enviarlo de vuelta a la Cámara baja, que le había dado luz verde el martes, debido a un error de procedimiento que avergonzó a los republicanos pero que no debería cambiar el resultado. Se prevé que la última votación se lleve a cabo antes de mediodía del miércoles en la Cámara de Representantes.
La vasta reforma, que será financiada con deuda, reduce el impuesto a las ganancias de las empresas de 35 a 21 por ciento, ofrece a dueños de negocios una nueva exención fiscal de 20 por ciento sobre sus utilidades y renueva la forma en que Estados Unidos cobra tributos a las multinacionales para alinearse con las recomendaciones que han hecho las mayores corporaciones durante años.
Millones de estadounidenses dejarán de facturar deducciones bajo los términos de la nueva ley, lo que dejará las exenciones tributarias que incentivan la compra de viviendas y las donaciones por fines benéficos fuera de su alcance, pero al mismo tiempo hará que sus declaraciones de impuestos sean más sencillas y breves.
La normativa mantiene el actual número de tramos fiscales, pero ajusta muchos de los porcentajes y niveles de renta, aunque no todos. El principal impuesto para los individuos más ricos se redujo. El tributo estatal a la herencia cambió para que menos personas tengan que pagarlo.
Dos cláusulas añadidas por los republicanos para garantizar el respaldo a la reforma revierten partes del sistema de salud Obamacare y permiten la extracción de petróleo en el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Alaska, en el Ártico.
Los demócratas han rechazado la ley al considerarla como un obsequio para los millonarios y la comunidad empresarial que ampliará la brecha de ingresos entre ricos y pobres en Estados Unidos y su vez sumará 1.5 billones de dólares en la próxima década a la deuda nacional de 20 billones de dólares.
En el transcurso de su campaña en 2016, Trump prometió eliminar la deuda estadounidense durante su presidencia.
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