A pesar de las malas condiciones, la única complicación fue que su transporte se posó sobre la copa de un árbol al terminar el recorrido
Joseph William Kittinger II, mejor conocido como Joe Kittinger, fue un aviador y oficial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos; se le reconoce por realizar una serie de maniobras de altura con globos aerostáticos y paracaídas; todas pruebas para obtener resultados sobre el uso de artefactos para el uso pilotos de la época.
Una de sus tres grandes hazañas, la que le vale una mención este 18 de septiembre fue haber sido el primer hombre en cruzar en solitario el océano Atlántico en un globo de gas.
Kittinger salió de Caribon, en el estado de Maine, el 14 de septiembre con el destino de probar la resistencia de un globo aerostático. Tras recorrer en tres días casi 6.000 kilómetros, el 19 de septiembre de 1984, logró arribar a salvo en la punta de su destino.
Según cuentan las crónicas del momento, su viaje fue una auténtica odisea. Los fuertes vientos amenazaron con dar al traste su empresa. No obstante, logró aterrizar el globo en las proximidades de la localidad italiana de Savone.
A pesar de las malas condiciones meteorológicas, la única complicación en su travesía fue que su vehículo se posó sobre la copa de un árbol al terminar el recorrido. No obstante, el traslado fue un éxito. De hecho, con este viaje batió el récord de distancia de vuelo, para la fecha, cubriendo 5,689 kilómetros en 84 horas.
Los otros logros mencionados se trataron del Proyecto Manhigh y el Proyecto Excelsior. El primero se estableció en 1955 para obtener datos científicos sobre el comportamiento de los globos aerostáticos en entornos por encima del 99% de la atmósfera terrestre; así como para investigar los rayos cósmicos y sus efectos sobre las personas.
El oficial Kittinger participó en una de tres pruebas para este fin. El 2 de junio de 1957, llegó a los 29,6 km de altura.
Con respecto a las segundas pruebas, consistieron en una serie de saltos en paracaídas desde globos de helio en la estratosfera, entre 1959 y 1960. Por su parte, se tenía previsto probar el sistema de paracaídas que se intentaría incorporar a los pilotos que tuvieran que saltar del avión a gran altitud.
Lo destacable de este último lanzamiento fue que en uno de los saltos Kittinger batió los récords mundiales del salto más alto y de la mayor velocidad alcanzada por un hombre en la atmósfera.
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CAB