El melanoma se ha vuelto un epidemia que mata a miles de personas cada año
Año con año aumentan los casos de cáncer de piel, no importa la estación en la que nos encontremos, los rayos ultravioletas producidos por el sol cada vez son más dañinos.
El cáncer de piel es el crecimiento anormal de células cutáneas, se suele manifestar con mayor frecuencia en la piel expuesta. Sin embargo, este tipo de enfermedad también puede aparecer en zonas que no suelen estar ante la luz solar.
La piel bronceada es uno de los indicios que ha sido dañada por los rayos ultravioleta, si es expuesta durante mucho tiempo ante el sol y si son menores de 18 años, a la larga esto puede representar una probabilidad mayor de padecer esta enfermedad.
Existen tres tipos principales de cáncer de piel: carcinoma de células basales, carcinoma espinocelular y melanoma, este último uno de los más mortales. Es por ello que es importante revisar cambios sospechosos, esto puede ayudar a detectar la enfermedad en las etapas más tempranas y brindar una mayor probabilidad de que el tratamiento oncológico sea exitoso.
El cuero cabelludo, el rostro, los labios, las orejas, el cuello, el pecho, los brazos, las manos y las piernas, son las zonas del cuerpo con mayor riesgo. Sin embargo, también puede formarse en partes donde rara vez se exponen a la luz del día, como las palmas, la zona debajo de las uñas de las manos o de los pies, y la zona genital.
El cáncer de piel afecta a personas de todas las tonalidades de piel, incluso las de tez más oscura. Cuando el melanoma se presenta en individuos con tonalidades de piel morena, es más probable que aparezca en zonas que no suelen estar expuestas al sol, como las palmas de las manos y las plantas de los pies.
Para evitar este tipo de padecimiento se recomienda:
- Evita el sol durante el mediodía. Para muchas personas, los rayos solares son más fuertes entre las 10 a. m. y las 4 p. m.
- Programe actividades al aire libre para otras horas cuando éste sea menos intenso. Durante todo el año la piel absorbe radiación UV, y las nubes ofrecen poca protección contra los rayos nocivos.
- Se debe utilizar un protector solar de amplio espectro que tenga un factor de protección al menos de 15. Este se debe reaplicar cada dos horas o, aún más seguido si se suda o expone al agua. Se aplica también en los labios, la punta de las orejas, el dorso de las manos y el cuello.
- Los lentes de sol también juegan un papel importante, debe usar las que bloqueen ambos tipos de radiación UV: los rayos UVA y UVB.
- Algunas empresas también venden ropa fotoprotectora que puede ser de gran ayuda sobre todo para los más vulnerables que suelen ser niños pequeños y ancianos.
Es importante que revise su estado de salud constantemente, si está en sus manos prevenir y cuidar su cuerpo es seguro que gozará de una gran calidad de vida.
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