Incursionando en el mundo del Big Data, el INEGI ha generado una plataforma que realiza una medición del “Estado de ánimo de los tuiteros en México”
¿Qué tan importante se han vuelto las redes sociales en nuestra vida cotidiana? Sin duda han cobrado una relevancia significativa, no solo a nivel personal para algunos, también para aquellos que, a través de la “ciencia de datos”, logran obtener una cantidad de información muy valiosa, en este caso el estado de ánimo.
Lo que actualmente nos presenta el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), es una manera de demostrar el potencial que tiene el Big Data, la recolección de información que podemos observar en las redes sociales por medio de la recolección de datos y el análisis.
Derivado de esta herramienta, distintos estados muestran más negatividad que otros; aunque también en su mayoría son positivos demostrando el “sentimiento” actual o en determinado periodo. Por ejemplo, en Sonora se muestra un 40 por ciento de tuits negativos tan solo en lo que va del mes de enero.
“Esta herramienta es un esfuerzo por medir el bienestar más allá del PIB. En este caso no se refiere a bienestar autorreportado, como ocurre con estadísticas que el mismo INEGI genera en sus encuestas BIARE, sino de bienestar inferido a partir de la carga anímica implícita en los mensajes publicados en Twitter”.
“Es el ejercicio de generación de información estadística con más alta frecuencia que el INEGI haya realizado hasta ahora y, por sus características, una herramienta única a nivel mundial”, anunció el INEGI a través de un comunicado de prensa.
El esfuerzo por conseguir esta información es impresionante, pues con apoyo de la Universidad Tec Milenio se llevó a cabo el etiquetado de tuits de manera manual, en el que participaron más de 5,000 estudiantes; unos 4,000 tuits se presentaron varias veces a los estudiantes con la finalidad de que un solo tuit pueda ser etiquetado varias veces y de esta manera buscar un consenso en la etiqueta.
Posteriormente se hace una “limpieza”, la cual elimina redundancias e inconsistencias, dejando así tuits de mejor calidad, además de una aplicación de reglas heurísticas para las negaciones y correcciones en la escritura, llevando un proceso de normalización, después un proceso de entrenamiento y validación.
La inteligencia artificial también se encuentra involucrada, se desarrollaron algoritmos de aprendizaje estadístico, logrando obtener el “sentimiento” como positivo o negativo.
Cabe mencionar que, de acuerdo a la línea de tiempo construida por la herramienta, septiembre de 2017 fue el mes donde el índice alcanzó su nivel más bajo. Para el INEGI no es casualidad que sea este el mismo periodo donde el país sobrevivió a dos terremotos. “La sensibilidad del Estado de Ánimo de los Tuiteros en México para captar de manera automática el impacto emotivo de cambios relevantes en el entorno se puso a prueba con los recientes sismos del 7 y el 19 de septiembre de 2017”, aseguró la entidad.
Aprovechar la información que nos brinda esta herramienta nos proporciona un panorama diferente de las fuentes tradicionales, lograr que estos datos nos ayuden a conocer aspectos de nuestra realidad.
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