
Te contamos cuál es el oscuro origen del Día del Niño y como está relacionado con la Noche de Walpurgis o la Noche de las Brujas
El Día del Niño es una fecha muy importante en diferentes países, porque se conmemora y se celebra a todas las infancias, pero esta festividad tiene un oscuro pasado y una misteriosa coincidencia con otra celebración más terrorífica.
Te contamos más sobre la Noche de Walpurgis y la oscura relación con el Día del Niño, te sorprenderá conocer más sobre esta festividad europea.
¿Qué es la Noche de Walpurgis y que relación tiene con el Día del Niño?
El Día del Niño ha sido sinónimo de fiesta, juegos y alegría, desde inicios del siglo pasado hasta ahorita, pero en Europa no siempre fue así, el contexto histórico es mucho más macabro.
La Noche de Walpurgis, también conocida como la “noche de las brujas”, se celebra del 30 de abril al 1 de mayo. Tiene sus raíces en las tradiciones paganas del norte de Europa, especialmente en Alemania y Escandinavia, donde antiguamente se creía que en esa fecha las fuerzas oscuras ganaban fuerza, los espíritus se alborotaban y las brujas salían a volar en sus escobas para reunirse en lugares altos como montañas o riscos.
Todo esto justo antes del amanecer, cuando, según la leyenda, cualquier maleficio lanzado durante esa noche alcanzaba su punto máximo de poder.
La festividad tomó su nombre de Santa Walburga, una monja del siglo VIII. La Iglesia, al igual que en todo el mundo, intentó cristianizar las costumbres paganas vinculando esta figura santa con la fecha de las celebraciones.
Te puede interesar: El Callejón del Diablo, la aterradora leyenda que rodea a Mixcoac
Pero, en el fondo, la noche mantuvo ese aire místico, donde lo sobrenatural y lo profano conviven sin ningún tipo de crítica. En muchas zonas rurales hacían fogatas para alejar a las brujas, se hacía ruido con campanas y se colocaban amuletos protectores en las casas.
Se cuenta que las brujas, después de reunirse en la noche, bajaban a estos pueblos para llevarse y matar a los más pequeños, niñas y niños, por ello en los poblados, hacían fogatas para evitar que los niños se perdieran y se los llevarán.
La figura del niño, con su inocencia y su energía, se coloca justo en contraste con el imaginario siniestro de la dicha festividad. Aunque en México el Día del Niño se festeja desde 1924, la acción de cuidar y proteger a los niños está desde la Noche de Walpurgis en Alemania.
Mientras en Europa se combate las energías malas con fuego y rituales de protección, en México se celebra a la infancia con regalos, juegos y actividades escolares.

¿Por qué las brujas prefieren a los niños?
Las brujas, tal como han sido retratadas a lo largo de los años y la literatura, buscan siempre aquello que es más puro, más potente o más vulnerable. Y los niños, por su misma naturaleza, tienen estas tres grandes características.
Desde tiempos antiguos, se creía que los pequeños eran portadores de energía vital, una energía que era casi mágica, que podía ser absorbida o manipulada por las brujas para realizar hechizos, o ser ofrendada para mantenerse jóvenes o hacer pactos con fuerzas oscuras como los demonios.
Esa imagen de la bruja que se lleva a los niños no es casual, porque está cargada de símbolos y miedos establecidos desde hace miles de años.
Además, los niños representan un punto débil para la unión de las comunidades de todo el mundo. Tocar a uno de ellos no solo daña a la persona, también desestabiliza al grupo. Eso le da a la figura de la bruja un poder simbólico más grande, porque no solo podía hacer magia, también altera el equilibrio emocional y social.
Ya sabes más sobre la Noche de Walpurgis y el oscuro origen del Día del Niño, aunque en México la celebridad tiene un trasfondo lindo, en Europa, el contexto histórico es mucho más macabro.