Tras la desarticulación de Los Caballeros Templarios en Michoacán, el Cártel Jalisco Nueva Generación y su líder máximo Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, encontraron su mejor oportunidad para regresar a Michoacán, de donde fueron expulsados hace 15 años, cuando formaban el Cártel del Milenio, organización liderada por Armando Valencia Cornelio, El Barbas, quien controló el tráfico de drogas en esta entidad desde la década de los 80 y hasta 2003, cuando fue detenido en Jalisco.
Hace casi cuatro años se reveló que Gerardo Mendoza Chávez, Gerardón, le peleaba a Nemesio Oseguera Cervantes el estado de Colima, Puerto Vallarta, Jalisco, así como algunos municipios michoacanos: Coalcomán, Chinucuila y Coahuayana.
El conflicto entre Oseguera y Mendoza sigue vigente. El Mencho y sus pistoleros no han podido ingresar a Michoacán por la Sierra Madre Occidental, ni por la Costa Michoacana y Colimense, porque El Gerardón no se lo ha permitido. Los mismos informes oficiales aseguran que a las células criminales de El Gerardón se sumó Luis Antonio Torres El Americano, exlíder de las autodefensas en Buenavista, quien rompió su alianza con Juan José Farías Álvarez, El Abuelo, y se cambió del CJNG al grupo donde también manda Domingo Sandoval, concuño y enemigo jurado de Oseguera Cervantes.
El Mencho tiene otros enemigos a muerte en Michoacán: los hermanos Sierra Santana, mejor conocidos como Los Viagras, quienes, de acuerdo con información confirmada en entrevistas colectivas con el procurador Martín Godoy Castro, le disputan a sangre y fuego municipios como Peribán, Los Reyes, Tancítaro, Jiquilpan, Sahuayo, Vista Hermosa, Tanhuato, La Piedad y Zamora, demarcaciones cercanas a territorio jalisciense.
Pero Nemesio Oseguera Cervantes encontró en uno de sus más acérrimos enemigos de los últimos 15 años, un aliado que le ha permitido consolidar su presencia en municipios de la Tierra Caliente, como Aguililla, Tepalcatepec, Buenavista, Parácuaro y Mugica: se trata de Ignacio Rentería Andrade, El Cenizo, quien fuera uno de los Doce Apóstoles de Los Caballeros Templarios, y tras la captura de Servando Gómez Martínez, La Tuta, formó su propia organización criminal, aliado con Miguel Gallegos Godoy, Migueladas, y Gilberto Gómez Romero, El Chanda (detenido en 12 de marzo y preso en el Centro de Reinserción Social de Morelia).
Ignacio Rentería y Nemesio Oseguera conformaron grupos armados para combatir a Los Viagras. A una célula de los capos michoacanos, las autoridades locales atribuyen la emboscada y ejecución de José Carlos Sierra Santana, La Sopa, hechos ocurridos entre Buenavista y Tepalcatepec, el 4 de marzo pasado. “La muerte del líder de Los Viagras ocurrió tras un enfrentamiento con integrantes del CJNG”, dijo en su momento el subsecretario de Seguridad Pública, Carlos Gómez Arrieta.
A Ignacio Rentería lo busca la Procuraduría General de Justicia del estado, además de su participación en acciones violentas en la Costa la Tierra Caliente, por su presunta participación en el secuestro y muerte de Carlos Mendoza Rosales, El Tísico, exlíder de narcotraficantes michoacanos como Nazario Moreno González, El Chayo (abatido); Jesús Méndez Vargas, El Chango (detenido); Servando Gómez Martínez, La Tuta (detenido), y Enrique Plancarte Solís (abatido).
La ejecución de El Tísico, de acuerdo con las investigaciones ministeriales, obedeció a una pugna por el control del trasiego de drogas en el Puerto de Lázaro Cárdenas, pero también a un acuerdo entre El Mencho, El Cenizo y Migueladas, porque Rosales Mendoza se oponía a una alianza con el CJNG.
La muerte de Carlos Rosales, ocurrida el 28 de diciembre de 2015, significó abrir una puerta cerrada completamente desde hace 15 años a Nemesio Oseguera, sus cuñados Eduardo y José González Valencia (operadores financieros del CJNG); así como a otros personajes ligados al también extinto Cártel del Milenio, como Rogelio Guízar Camorlinga, un médico originario de Aguililla, Michoacán, compadre de El Mencho.
En Michoacán hay otros grupos criminales opositores al CGJN además de Los Viagras, pero que no son aliados de los hermanos Sierra Santana. Uno de ellos, según la radiografía criminal de la Procuraduría michoacana, lo encabezan Homero González Silva, El Gallito, primo del malogrado Nazario Moreno González; y Rigoberto Díaz Soto, Don Belisario. Estos individuos tienen presencia en Apatzingán, Morelia, Maravatío y Zitácuaro.
Según las autoridades locales, El Gallito y Don Belisario se dedican al control del narcomenudeo, operación de bares y restaurantes, así como al tráfico de combustible robado. Esta última actividad es donde compiten con el CJNG, particularmente en municipios como Cuitzeo, Álvaro Obregón, Zamora y La Piedad, donde también tienen presencia.
Con información de Miguel García Tinoco