La charla que culminó con el Festival de Letras Europeas fue moderada por Guillermo de la Mora y abordó diferentes tópicos en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara
La última mesa del Festival de Letras Europeas se concluyó con los puntos de vista de una escritora y traductora eslovaca, Lucía Duero; un autor portugués de literatura infantil, en su mayoría, David Machado, y una periodista marroquí que ha sido reconocida como escritora en lengua francesa, Leila Slimani.
La charla fue moderada por Guillermo de la Mora y abordó diferentes tópicos en el Salón E de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Si bien cada uno de los autores posee una experiencia relacionada con su propia trayectoria literaria, la plática discurrió por lugares tan variados como el soundtrack de sus vidas, cuáles series ven actualmente o si escribirían para medios audiovisuales.
Al hablar de las respectivas carreras de cada uno de los autores, el moderador formuló preguntas a cada uno de ellos, para que dieran un repaso más a fondo de su carrera.
Así, a Duero, eslovaca radicada en México y quien es traductora, le preguntó cómo se siente más cómoda al traducir.
“Yo escojo todos los libros que traduzco, porque no me gusta tener jefes que me digan qué hacer, y el único libro que estoy considerando porque un editor me pidió hacerlo es Rayuela, de Cortázar, pero a mí me gusta traer autores latinoamericanos o de otros países que no se conocen en Eslovaquia; es lo que me gusta, no sólo traducir.
Porque allá sólo se traduce a Octavio Paz, Carlos Fuentes, García Márquez, y todos son considerados de América Latina, o de Sudamérica, entonces estoy tratando de cambiar un poco esto, tenemos una colección de literatura mexicana”, respondió Duero.
En su turno, a Machado, quien es autor de Un tiburón en la bañera, se le preguntó sobre uno de sus trabajos más reconocidos, Índice medio de felicidad, una novela en la que convierte a su protagonista en un Job moderno y que lo ha llevado a ser conferencista en pláticas sobre felicidad.
“Esta era una historia que yo quería escribir hace mucho tiempo, pero siempre me sentí una persona feliz y satisfecho con mi vida, y siempre me interesó mucho esta idea de felicidad: ¿qué es la felicidad y por qué me siento más feliz que otros que aparentemente tienen una vida igual o mejor que la mía? ¿Por qué existe esta relatividad? En cierto punto me interesó responder esta cuestión: ¿qué debe pasar en mi vida para sentirme más o menos feliz? Entonces creé este personaje de un hombre portugués que tiene una mujer, dos hijos, un trabajo más o menos normal en una agencia de viajes, y básicamente empecé a chingarlo página a página para ver si lo lamentaba o aguantaba o qué pasaba con él, pero en la novela encuentra una manera de adaptarse”, reflexionó el portugués.
Cuando llegó el turno de Slimani, a ella le tocó hablar sobre la moralidad y represión de la sexualidad en su país, Marruecos, y cómo ha enfrentado esta situación por medio de sus textos. Al hablar de tópicos más aterrizados, como la música que escuchan o las series que ven, los asistentes supieron que a Slimani le encanta Marvin Gaye, a Machado le gusta escribir con música y le fascinan los compositores como Dylan o que Peaky Blinders fue la serie que más se mencionó en la mesa.
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