Aquí te digo como es contada la película de El Faro
Como antiguas leyendas de marineros llenas de supersticiones y maldiciones, dónde el canto de las perversas sirenas arrastran a los hombres al fondo del mar, dónde las criaturas marinas son abominables y las gaviotas son aves de mal agüero, así es como es contada la película de El Faro (The Lighthouse) | Robert Eggers | Estados Unidos | 2019. Ambientada a finales del siglo XIX, cuenta la historia de dos fareros que trabajan juntos en una misteriosa isla perdida de Nueva Inglaterra.
El director Robert Eggers que ya antes nos había maravillado con la película The Witch, (La Bruja, 2015) se arriesga a contarnos una historia siniestra, recurriendo al formato cuadrado de las primeras películas en blanco y negro, dándole un tono de cine antiguo. Y aunque es complicado encasillarla como una cinta de suspenso o misterio, quizás hasta de terror psicológico es cierto que su intención es el manejo de tintes del cine negro y clásico como El acorazado Potemkin de Serguéi Eisenstein del año 1925 o de terror como Drácula del director Tod Browning filmada en 1931. El excelente manejo del blanco y negro para resaltar expresiones de ambos personajes, por un lado el joven y hasta inocente cuidador del faro interpretado por Robert Pattinson, que demuestra que ha dejado muy atrás a personajes que por algún tiempo lo encasillaron, arriesgándose a interpretar a personajes más difíciles y complejos. Por el otro lado la inigualable actuación de Willem Dafoe, que soporta y complementa la historia caracterizando a un antiguo marinero cojo, ebrio, mal hablado y vulgar, que no para de blasfemar y maldecir, con esa jerga de los antiguos marineros, llena de supersticiones, melancolías y nostalgias de antiguos viajes a mares inexplorados y misteriosos. A comparación de esas cintas que la oscuridad es a lo que más debemos temer, en esta cinta Eggers hace que la luz sea lo que más aterre no sólo a los personajes, sino a los espectadores que por momentos nos envuelve en una serie de complejas imágenes, entre sueños y pesadillas y donde no sabemos en que momento es realidad, sueño o pesadilla.
El diseño de producción y la locación simplemente son el complemente exacto e ideal para contar la historia que no deja nada en el desperdicio ni cabos por atar. Pareciera por momentos que cuando blasfemamos o maldecimos, esas maldiciones fueran mucho más terribles que las palabras, mas atroces y voraces como gaviotas devorándote el vientre, comiéndose tus entrañas o sacándote los ojos. El Faro pinta para volverse una película de culto y demuestra una vez más que el cine a veces no necesita de tantos efectos especiales, ni tanta parafernalia para recrearnos las pesadillas más terribles que solemos tener. Robert Eggers reafirma su excelente noción de hacer películas que nos ponen la piel eriza con historias que aunque parecen simples son muy complejas porque recurren a viejas leyendas, mitos y cuentos llenos de supersticiones que nos asombran y que tienen un hito de verdad, no por nada la película fue premiada en el Festival de Cannes en la Quinzena de realizadores y Ganador del Premio Fiprescien el Festival de Toronto, seleccionada Sitges e inaugurada en el Festival Internacional de Cine de Morelia con la presencia del actor consagrado Willem Dafoe.
Recalcitrante y salitrosa como las memorias de un viejo marinero, cómo el mar frío e indomable que corrompe la cordura y enloquece la razón, cómo la nostalgia más terrible a la que nos enfrentamos en la soledad más absoluta de una isla remota, cómo la maldición más terrible y abominable que alguien pudiera dejar caer sobre ti, así es como podría describirse El Faro que se estrena el 1 de enero en varias salas de cine en toda la república mexicana, distribuida por Cine CANIBAL. Una cinta que sin duda alguna los llevará hacia la luz, aunque sea la más bestial y terrible señal de que no volveremos a ser los mismos, nunca jamás.
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Por: JuanMac
Cinematlán, El lugar del Cine
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