La pesca no reglamentada suma ventas de hasta 26 millones de toneladas; cifra con un valor que llega a 23, 000 millones de dólares estadounidenses cada año
El 5 de junio de 2015, la Asamblea General de la ONU declaró oficial el Día Internacional de la Lucha contra la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada, con la finalidad de promover el uso sostenible de los recursos pesqueros.
La celebración que también busca fortalecer las medidas ya existentes en aras de combate a las actividades ilegales, entró en vigor después de ser propuesta por la Comisión General de Pesca del Mediterráneo para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
De acuerdo con el documento, se refirió la pesca ilegal como una de las mayores amenazas para las poblaciones de peces y los ecosistemas marinos. Lo anterior, por que estas actividades no reglamentadas:
“tienen importantes consecuencias para la conservación y ordenación de los recursos oceánicos, así como para la seguridad alimentaria y la economía de muchos Estados”
Las cifras mostradas refirieron que la pesca no reglamentada suma ventas de hasta 26 millones de toneladas; cifra con un valor que llega a 23, 000 millones de dólares estadounidenses cada año.
En disposición de la pérdida ecológica, la FAO instó a los Estados a fortalecer la jurisdicción; así como el control efectivo que ejercen sobre los buques que enarbolan sus pabellones. Asimismo, exhortó a a adoptar medidas eficaces para disuadir a cualquier buque de realizar actividades que pongan en peligro las medidas de conservación y ordenación.
Finalmente, alentó a los países parte del Sistema de Naciones Unidas a establecer sanciones en caso de que los buques participen en actividades de este tipo, lo suficientemente severas para asegurar el cumplimiento eficaz de lo permitido.
Es de notar que las ONU sostienen que “la pesca proporciona una fuente vital de alimentos, trabajo, ocio, comercio y bienestar económico mundial”. Así, promueve un uso sustentable de la misma “en un mundo donde el crecimiento de la población es constante y el hambre un problema persistente”.
Basada en que “el pescado se ha convertido en un importante producto para conseguir la seguridad alimentaria”, la comunidad internacional justifica los esfuerzos para asegurar la pesca no se vea amenazada por actividades ilegales, no declaradas y no reglamentadas.
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CAB