
Las secuelas de la pandemia persisten, especialmente por la falta de atención médica oportuna.
El COVID-19 sigue presente tras cinco años del comienzo de la pandemia. El 23 de marzo de 2020, la población fue confinada ante la rápida propagación del SARS-CoV-2, que causó más de 334 mil muertes en México. Hoy, expertos advierten la urgencia de establecer mecanismos para enfrentar futuras crisis sanitarias.
Alejandro Macías, investigador y profesor de la Universidad de Guanajuato, señaló en entrevista con Excélsior que el país llega “muy dañado” al quinto aniversario de la Jornada Nacional de Sana Distancia y carece de los recursos necesarios para afrontar otra pandemia. Agregó que la gravedad de la crisis se debió, en parte, a que las autoridades subestimaron su impacto.
El confinamiento decretado el 23 de marzo de 2020, debido al aumento de casos y fallecimientos, llevó a la declaratoria de emergencia sanitaria el 30 de marzo, la cual se extendió hasta el 9 de mayo de 2023.
Te puede interesar: Identificación de urgencias por el consumo de tabaco y vapeadores
A la distancia, las secuelas de la pandemia persisten, especialmente por la falta de atención médica oportuna. Según la Comisión Independiente de Investigación sobre la pandemia en México, el exceso de mortalidad durante ese periodo alcanzó 808 mil 619 fallecimientos, aunque las cifras oficiales solo reconocen 334 mil 336 muertes por COVID-19 desde el primer deceso registrado el 18 de marzo.
Del total de fallecimientos, al menos 511 mil 081 fueron atribuidos directamente al COVID-19, según la revisión de actas de defunción. No obstante, en muchos casos se reportó como causa de muerte una neumonía atípica.