La ciencia ha demostrado que los hábitos de vida son más importantes de lo que siempre hemos considerado para alcanzar un estado de felicidad
Hablar de felicidad es referirse a una de las mayores aspiraciones de buena parte de la población.
De un concepto que se ha abordado desde muchas aristas, desde hace muchos años, y puede ser tan difuso, según la región y época en que se esté; confundiéndose muchas veces con estados pasajeros de alegría y placer.
Puede definirse como la combinación de una serie de factores de satisfactores en la vida de una persona: el equilibrio entre el equilibrio personal y el bienestar tanto físico como mental.
¿Pero alguna vez se han puesto a pensar en que el código de la felicidad podría estar en su intestino, el llamado segundo cerebro de nuestro cuerpo? Así nos lo explica Cecilia de los Ríos, Master Coach en Salud en Bienestar Interior, quien nos cuenta que, pese a que cada quien puede encontrar un camino propio hacia este estado, “sin embargo, también tiene que ver a nivel científico con tu genética, de ciertas variantes que te determinan poder segregar serotonina, que es la hormona de la felicidad”.
“Y también por otra parte, en los procesos que se llevan a cabo en el microbiota intestinal -coloquialmente conocida como la flora intestinal-, todas estas bacterias que trabajan para nosotros y que cumplen funciones muy importantes y entre ellas generan el 90 por ciento de esta serotonina”, hormona que está relacionada con ciertos estados de plenitud, tranquilidad y bienestar en la vida.
¿Entonces los hábitos de vida como alimentarse y descansar adecuadamente, son más importantes de lo que siempre hemos considerado para alcanzar un estado de felicidad?
“Esto también está relacionado con la función de nuestras bacterias intestinales, porque en realidad todo lo que implica nuestros hábitos de vida, van a afectar o van a beneficiar estos procesos bioquímicos, metabólicos, neurológicos que generan estas bacterias”, señala de los Ríos.
Lo que significa que, si nos alimentamos adecuadamente con buena calidad de fibra, de diferentes frutas y verduras, alimentos fermentados, etc., y además hacemos ejercicio, tenemos buenas técnicas de respiración, de relajación y correcto manejo del estrés, en su conjunto tendrá un impacto positivo en el funcionamiento de las citadas bacterias intestinales y al mismo tiempo, ayudarán a segregar ciertas sustancias que son necesarias para sentirnos felices.
¿Pero hace cuánto se descubrió este efecto simbiótico como pieza clave de la felicidad humana, contrario al paradigma que se ha manejado por décadas?
“Esto es algo nuevo, son estudios nuevos; pero lo que está haciendo la ciencia es fundamentar lo que ya se sabía”, responde la especialista en Bienestar Interior.
Añadiendo que, si eres una persona que está en contacto con la naturaleza, que hace ejercicio, que te alimentas bien, que puede disfrutar sus relaciones personales, impactará en el correcto funcionamiento del cuerpo. Lo que abre la posibilidad a reprogramar el organismo en el sentido de poder descubrir qué es importante para cada quien, descubrir qué nos hace bien y encontrar ese bienestar integral y llevar a cabo un estilo de vida que nos permita sentirnos mejor.
“Pero eso tiene que ver con la conexión que tengas con tu cuerpo, con tu mente y con tus emociones. Si regresamos a conectar con nosotros, a tener un espacio en el que nos conozcamos, donde tomemos conciencia qué es importante para nosotros en la vida; empezando por nuestro propósito”, nos ayudará a alinear nuestro estilo de vida interior con el exterior.
¿Propósito de vida? ¿Qué es eso? ¿Cómo podeos definirlo? Pareciera que estas son las preguntas del millón en una época en que el ritmo de vida parece ir contrarreloj y realmente no son muchos quienes se detienen un momento para reflexionarlo y tratar de resolver dicho acertijo.
Ante esto, Cecilia de los Ríos nos cuenta que “el propósito de vida es descubrir qué te apasiona, qué te lleva a un gozo mayor, qué te lleva a esos estados como de vibrar o éxtasis; ya sea tu trabajo o algún hobby, pero te hace realmente disfrutar la vida”.
“Pero también tiene que ver con tus cualidades, con los dones con los que nacemos o vamos desarrollando a lo largo de la vida y que, si tú los pones en servicio a la humanidad o a quienes te rodean, vas a encontrar ese gran propósito por el cual estás viviendo”.
En este sentido, ¿cuál sería la diferencia entre alegría, bienestar y tranquilidad, de felicidad?
“La alegría es un estado emocional, que quizá es algo más instintivo. La felicidad tiene que ver con la plenitud, con esas cosas que a ti te hacen sentir en un estado de balance” interior, sabedores que se logra dicho punto como la suma de un todo, que incluye momentos de alegría, tristeza, enojo, placer y disfrute; todo lo que vamos viviendo en el día a día.
Quienes estén interesados en descubrir más sobre esto y todo lo relacionado con el bienestar como estilo de vida, pueden acudir este 9 y 10 de noviembre al BienFest en el Salón los Candiles, Polanco, en la Ciudad de México.
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