Conocido también como La Hégira, para quienes profesan el Islam, este es uno de los momentos más importantes en la vida de su Profeta
Aunque el Islam pueda parecernos extremo o quienes lo practican lleguen a realizar practicas malas, lo cierto es que como cualquier otra religión, tiene dogmas que fomentan el bienestar personal, familiar y social; su fundación es parte importante del acervo histórico mundial.
El pilar de esta religión es el Profeta Mahoma, quien la fundó y sentó las bases del islamismo, él está lleno de relatos, sus viajes son los más importantes.
El viaje que Mahoma realizó el 16 de julio del 622 es tan importante que su conmemoración indica la llegada del año nuevo musulmán, esta peregrinación se conoce como La Hégira, cuando el profeta Mahoma partió desde la Meca a la ciudad sagrada de Medina, en donde pasó el resto de su vida.
Mahoma tenía ya varios seguidores, pero paralelamente también tenía muchos detractores, la persecución que éstos ejercieron sobre él, hicieron que dejara La Meca, el destino fue dado por Alá.
El viaje que emprendió junto a sus seguidores, duró 69 días, llegaron a Medina el 24 de septiembre. El término “hériga” simboliza cualquier huida o emigración equivalente.
En 638 a.C., el segundo califa del islam, ʿUmar ibn al-Jattāb, un compañero cercano del Profeta, dio a conocer el nuevo calendario islámico utilizando el día de la Hégira como punto de partida.
El calendario basado en Hégira fue oficialmente utilizado por los grandes califas islámicos, incluidos el califato abasí, el omeya, y el otomano.
Los mahometanos celebran el 16 de julio como primer día del año lunar y fecha referente para su calendario. Todas las fechas del almanaque islámico tienen relación con el ciclo lunar, por lo que se calculan en 354 días, 8 horas, 48 minutos y 38 segundos. Según el nacimiento de la luna nueva, cada año se deciden las fechas de las fiestas musulmanas.
Nadie es profeta en su tierra
Mahoma supo muy bien esto, pues él nació en La Meca, fue un rico comerciante, pero todo cambió cuando comenzó a tener visiones religiosas, fue rechazado por los suyos, en cambio en Medina tuvo una buena acogida.
En Medina formó una comunidad de creyentes que poco a poco fue creciendo hasta constituirse en una especie de Estado con Mahoma como jefe religioso, político y militar.
La situación dominante de Medina en la ruta de las caravanas que se dirigían a La Meca enfrentó a las dos ciudades, guerra que terminó con la victoria de Mahoma y aumentó su prestigio.
Se apoderó de La Meca (630), en la que entró triunfalmente, aclamado por sus seguidores. Montado en un camello, se dirigió a la Kaaba y la hizo limpiar de todos los símbolos, imágenes e ídolos de la fe pagana. Luego proclamó el final de la idolatría y el comienzo del culto al único Dios.
Mahoma consiguió unificar a todas las tribus de Arabia, darles una religión y unas leyes. Dos años después, Mahoma volvió en peregrinación a la Kaaba el 10 del 03 del 632. Este mismo año, murió Mahoma en Medina.
Los musulmanes no adoran a Mahoma, pero le tienen un gran respeto por ser el mensajero de Alá. Por eso, cada vez que escriben o pronuncian su nombre, añaden también “que la paz sea con él”.
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