El fabricante de Pegasus entró en la lista de empresas prohibidas luego que se revelara que supuestamente había permitido espiar números
Estados Unidos añadió al grupo NSO, fabricante del software de espionaje Pegasus, a su lista de empresas prohibidas, por suponer una amenaza para la seguridad nacional.
NSO quedó expuesta este verano después de que investigaciones publicadas por un consorcio de 17 medios de comunicación internacionales revelaran que Pegasus supuestamente había permitido espiar los números de periodistas, políticos, activistas o líderes empresariales de varios países.
Los teléfonos infectados con Pegasus se convierten básicamente en aparatos de espionaje de bolsillo. Permiten al usuario leer los mensajes del afectado, mirar sus fotos, conocer su localización e incluso encender la cámara sin que lo sepa.
“Estas herramientas han permitido a gobiernos extranjeros aplicar represión transnacional, que es la práctica de gobiernos autoritarios para seguir a disidentes, periodistas y activistas fuera de sus fronteras para silenciar la disidencia”, dijo el Departamento de Comercio en un comunicado
De su lado, la empresa manifestó el miércoles su sorpresa por la inclusión en la lista. “El grupo NSO está consternado por la decisión” de Estados Unidos y “trabajará para garantizar que esta decisión se modifique”, dijo a la AFP en un mensaje un portavoz de la empresa con sede en las afueras de Tel Aviv, que asegura tener una “carta ética rigurosa basada en los valores estadounidenses”.
Washington también incluyó en la lista a la compañía israelí Candiru, al Computer Security Initiative Consultancy PTE (COSEINC) de Singapur y a la firma rusa Positive Technologies.
La adición de estas firmas implica restricciones para sus compras a proveedores estadunidenses. Y, por ejemplo, es ahora mucho más difícil para organizaciones estadounidenses venderles información o tecnología.
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Una investigación de medios internacionales informó en julio que varios gobiernos utilizaron el malware Pegasus, creado por NSO Group, para espiar a activistas, periodistas y políticos.
“La acción de hoy es parte de los esfuerzos de la Administración Biden-Harris para poner los derechos humanos en el centro de la política exterior de Estados Unidos, incluso trabajando para detener la proliferación de herramientas digitales utilizadas para la represión”, dijo la cartera de Comercio en su comunicado.
A la preocupación inicial sobre Pegasus, se sumaron resquemores cuando Apple lanzó en septiembre una solución para evitar que el software espía infecte sus dispositivos sin que los usuarios siquiera abran un mensaje o enlace malicioso.
El llamado “cero-clic”, que puede corromper silenciosamente un dispositivo, fue identificado por investigadores de Citizen Lab, una organización de vigilancia de la seguridad cibernética en Canadá.
Tras el escándalo del software espía Pegasus, los expertos de la ONU pidieron una moratoria internacional sobre la venta de tecnología de vigilancia hasta que se implementen regulaciones para proteger los derechos humanos.
El establishment de defensa israelí creó un comité para revisar la actividad de NSO, incluyendo el proceso mediante el cual se le otorgan las licencias de exportación.
NSO insiste en que su software está diseñado para usarse solo en la lucha contra el terrorismo y otros delitos, y dice que exporta a 45 países.
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CAB