El miércoles, apenas dos días después del registro del FBI, Trump fue interrogado durante cuatro horas en la oficina de Manhattan
En el registro a la residencia de Mar-a-Lago, del expresidente Donald Trump, agentes recuperaron 11 conjuntos de documentos clasificados, incluidos algunos marcados como “de alto secreto” y destinados a estar disponibles sólo en instalaciones gubernamentales especiales, según documentos revisados por The Wall Street Journal.
Los agentes recuperaron alrededor de 20 cajas de artículos, carpetas con fotos, una nota escrita a mano y la concesión ejecutiva de clemencia para el aliado de Trump, Roger Stone, según muestra una lista de artículos retirados de la propiedad. Además, había información sobre el “presidente de Francia”.
De acuerdo con el reportaje de Sadie Gurman, hay referencias a “varios documentos clasificados/TS/SCI”. Y hubo conjuntos de documentos de alto secreto, tres conjuntos de documentos secretos y tres conjuntos de documentos confidenciales.
Además, la periodista escribió en redes sociales que “los agentes buscaron allanar “la Oficina 45” y “los cuartos de depósito y todas las demás habitaciones o áreas dentro de las instalaciones utilizadas o disponibles para ser utilizadas por [el expresidente] y su personal y en las que se pudieran almacenar cajas o documentos, incluidos todos los estructuras o edificios en el predio”.
La justicia estadounidense parecía el viernes a punto de hacer públicos documentos judiciales que levantarían el velo sobre los motivos del registro sin precedentes llevado a cabo esta semana en la mansión del expresidente Trump en Florida.
La operación, calificada de “operación política” por los seguidores del magnate republicano, fue realizada el lunes en la residencia de Trump en Mar-a-Lago, en Palm Beach, por agentes del FBI, la policía federal estadounidense.
Según la prensa, el allanamiento se debió al posible mal manejo de documentos clasificados que Trump se habría llevado tras dejar la Casa Blanca en enero de 2021.
El Washington Post reportó que algunos de los documentos buscados podrían incluso relacionarse con el arsenal nuclear estadounidense. Pero temprano el viernes Trump denunció en su red social Truth Social que el FBI podría haber estado “colocando información” en su residencia.
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El allanamiento en Mar-a-Lago desató una tormenta política en un país ya muy dividido y se produce cuando Trump evalúa postularse nuevamente a la Casa Blanca.
Los abogados de Trump tienen hasta las 15H00 locales (19H00 GMT) para responder a la propuesta de Garland, quien aseguró el jueves, durante una rueda de prensa excepcional, haber “aprobado personalmente” el allanamiento.
El secretario de Justicia también denunció, durante su breve intervención televisada, los “ataques infundados” de los republicanos contra su cartera y contra el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
“El Departamento no toma este tipo de decisiones a la ligera”, señaló, y agregó que el caso reviste un “importante interés público”, a tres meses de las elecciones legislativas intermedias.
Al pedir que se levantara la confidencialidad de la orden judicial, el Departamento de Justicia citó, sin contradecirlas, las declaraciones de representantes de Trump indicando que el FBI buscaba documentos de archivo de la Casa Blanca, posiblemente secretos de defensa clasificados.
Indignado, Trump dijo el lunes en Truth Social que sus abogados estaban cooperando “plenamente” con las autoridades cuando “de repente y sin previo aviso, Mar-a-Lago fue allanada, a las 6H30, por una cantidad MUY grande de agentes”.
Se quejó en particular de que los policías federales “revisaron los armarios de la primera dama” Melania Trump, “y hurgaron en su ropa y artículos personales”.
El miércoles ya había sugerido que el FBI pudo haber “colocado” pruebas falsas en su contra durante este operativo.
El jueves, un hombre armado que había intentado entrar en las oficinas del FBI en Ohio (norte) fue abatido por la policía tras un largo enfrentamiento.
El miércoles, apenas dos días después del registro del FBI, Trump fue interrogado durante cuatro horas en la oficina de Manhattan por Letitia James, la fiscal general del estado de Nueva York, que desde 2019 investiga las prácticas comerciales de la Organización Trump.
Según medios estadounidenses, el expresidente invocó más de 400 veces su derecho a no responder preguntas consagrado en la Quinta Enmienda de la Constitución.
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CAB