
La Sección Instructora desechó la solicitud de desafuero, generando división interna en el partido.
En un giro inesperado, la Sección Instructora de la Cámara de Diputados, dominada por Morena, desechó la solicitud de desafuero contra el diputado Cuauhtémoc Blanco, exgobernador de Morelos. Esta decisión se basó en supuestas deficiencias en la investigación presentada por la Fiscalía de Morelos, que acusaba a Blanco de tentativa de violación contra su media hermana, Nidia Fabiola Blanco.
Esta resolución ha generado una ola de críticas dentro del propio partido. Diputadas morenistas, como María Teresa Ealy, han expresado su rechazo, argumentando que el fuero no debe ser un escudo para evadir responsabilidades, especialmente en casos de violencia de género. Ealy denunció que la decisión podría estar influenciada por acuerdos y complicidades internas, afectando la imagen del partido y del gobierno de Claudia Sheinbaum.
Además, diputadas como Alma Higuera, Mariana Benítez, Claudia García y Mildred Ávila han solicitado que se escuche a las víctimas y que la investigación se realice sin politizar el caso. Coinciden en que proteger a un presunto agresor va en contra de los principios de justicia y equidad de Morena.
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La situación ha puesto en evidencia divisiones internas en Morena y ha atraído la atención de otros partidos políticos. El PAN, por ejemplo, ha criticado la decisión, calificándola de impunidad y exigiendo pronunciamientos claros de líderes como Claudia Sheinbaum y Margarita González Saravia.
Este conflicto interno en Morena refleja las complejidades políticas y éticas que enfrenta el partido, especialmente cuando se trata de equilibrar la lealtad política con la responsabilidad de garantizar justicia y equidad de género.